Futbolistas brasileños se mostraron dispuestos a declararse en huelga y a paralizar durante el fin de semana uno de los campeonatos más tradicionales, en demanda de más seguridad, luego que una turba de hinchas agredió al delantero peruano Paolo Guerrero.
Los jugadores del Corinthians advirtieron que no piensan disputar los partidos del campeonato paulista, previstos para el fin de semana, a fin de protestar contra los hechos de violencia.
El sábado, un centenar de aficionados, molestos por los malos resultados del Corinthians, irrumpieron en un centro de entrenamiento del club y agredieron a Guerrero, sujetándolo por el cuello. En un comunicado publicado por The Associated Press, los jugadores del equipo señalaron el martes que buscarán la suspensión de los partidos para evitar más hechos violentos en el futuro.
Añadieron que la medida tiene el apoyo del movimiento "Sentido Común", el cual agrupa a numerosos futbolistas que buscan mejorar las condiciones en que practican su actividad profesional en Brasil. Tendría también el respaldo de un sindicato que ha reunido apoyo de futbolistas de los 19 clubes que participan en el paulista.
La agresión del sábado representó el hecho más reciente que mancha la imagen del fútbol brasileño, apenas unos meses antes de que el país sea anfitrión del Mundial.
Persisten los problemas con los preparativos del país para organizar este suceso. Incluso, Curitiba está en riesgo de perder su condición de sede, y hay incertidumbre sobre el comienzo de la temporada de liga nacional, debido a una serie de demandas en curso y acusaciones de soborno.
El año pasado, abundaron los hechos de violencia en los estadios brasileños, lo que generó preocupaciones de seguridad de cara al Mundial.
En el caso de Corinthians, los aficionados cortaron una alambrada e invadieron las canchas de entrenamiento, donde tendrá su base la selección de Irán durante el Mundial en junio. Agredieron a varios empleados y tomaron por el cuello a Guerrero, mientras otros futbolistas se refugiaban en los camerinos antes de que llegara la policía.
Advertencias de tragedia por ocurrir
"Estamos hartos de estos actos impunes de violencia relacionados con el fútbol", señalaron el martes los futbolistas. "Las escenas grotescas de violencia por las que pasamos este fin de semana sugieren que una tragedia sin precedentes está a punto de ocurrir en el centro de trabajo de cualquier club profesional de Brasil, y no podemos aceptar eso. Necesitamos poner un alto al crear una fuerza de tarea que pueda ofrecer la seguridad apropiada para los jugadores profesionales y los hinchas que se comportan bien".
Los futbolistas añadieron que la falta de castigo por parte de las autoridades para los fanáticos violentos es una de las causas principales de que prosiga este problema en la nación.
No hay detenidos por la agresión del sábado, pese a que la policía llegó y habló con los hinchas que invadieron el centro de entrenamiento. El ministro brasileño de Deportes Aldo Rebelo lamentó el lunes lo ocurrido e instó a las autoridades a castigar a los involucrados.
Corinthians, que se coronó en 2012 en el Mundial de Clubes gracias a un gol de Guerrero en la final contra Chelsea, ha perdido tres cotejos en fila, incluida una goleada por 5-1 ante Santos.
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