Real Madrid y Atlético jugaban la vuelta de las semifinales, un partido que se resolvió en los primeros compases del partido con un par de goles de Cristiano desde los once metros. El escenario del segundo partido era el Vicente Calderón. Ambos salieron jaleados por sus aficiones. Obviamente, las gradas están teñidas de rojo y blanco, pero el Real Madrid cuenta con el aliento de sus seguidores… y con la presencia de Ultras Sur que han comprado las entradas por su cuenta a través de Internet para no perderse el partido. Ubicados en el Fondo Norte no han dudado en reivindicarse gritando: "No podrán acabar con los ultras del Real".
Bien es cierto que la balanza estaba decantada del lado blanco, pero un derbi entre Atlético y Real Madrid siempre es un partido atractivo que nadie se quiere perder. Ultras Sur tampoco y por ello asistieron al Vicente Calderón por su cuenta siguiendo el mismo procedimiento que emplearon para estar presentes en el Santiago Bernabéu cuando el conjunto madridista se enfrentó a Osasuna: compraron las entradas por Internet. Es más, ocuparon el lugar habitual destinado a la afición visitante, el Fondo Norte, compartiendo ubicación con la Grada Joven, grupo que sí tiene el reconocimiento del club. Y como detalle, el cartel con el nombre del grupo reapareció teniendo en cuenta que no se exhibía desde el año pasado. Al final del choque, algunos jugadores como Bale y Jesé se acercaron a saludar a los aficionados madridistas.
No es la primera vez que esta situación se produce desde que el club madridista pusiera punto final a su relación con dicho grupo radical tras 23 años de presencia en Concha Espina. El pasado 9 de enero, el Real Madrid recibió a Osasuna en el Santiago Bernabéu en el partido correspondiente a la ida de los octavos de la presente Copa del Rey y Ultras Sur estuvo en las gradas del feudo blanco. Evidentemente no ocuparon su lugar habitual sino que aparecieron en el tercer anfiteatro del Fondo Norte y desde ahí censuraron, e incluso, silenciaron cualquier intento de la Grada Joven de animar al Real Madrid. Vigilados por la seguridad del estadio y por la Policía Nacional, se reivindicaron en todo momento antes de abandonar el estadio cuando faltaba media hora para el final del encuentro.
Hay que recordar que la Policía desmanteló la cúpula de los Ultra Sur que el 31 de diciembre atacó un local del Frente Atlético en las inmediaciones del Vicente Calderón. El movimiento no fue casual. Los asaltantes sabían que en ese momento no había muchos miembros de dicho grupo en el local. Pretendían demostrar que eran ellos los que dominaban la situación y el panorama ultra en Madrid. Aquel enfrentamiento tuvo lugar en el bar Río Duratón y se saldó con seis heridos, tres de ellos, incluido uno de los líderes del Frente Atlético, de gravedad. Sólo uno de los lesionados denunció días después los hechos.
Los dirigentes de la entidad madridista no piensan dar marcha atrás y siguen adelante con su plan de terminar con la violencia y las amenazas dentro del estadio expulsando a todo aquel que genere problemas o a todos aquellos que intenten agruparse bajo cualquier peña no reconocida por el club, circunstancia que sucede con los Ultra Sur. El problema es que no pueden poner coto a que compren entradas por Internet o a lo que suceda fuera de las instalaciones madridistas.
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