Un centenar de aficionados del Corinthians brasileño, insatisfechos con la marcha del equipo este año, han invadido el centro de entrenamientos en que el conjunto suele trabajar y obligaron al técnico Mano Menezes a cancelar la actividad y a atender un grupo de los manifestantes.
Los hechos ocurrieron en la mañana de este sábado en el Centro de Entrenamientos Joaquim Grava de la ciudad de Sao Paulo, y obligaron a la dirección del Corinthians a llamar a la policía para desalojar a los aficionados más exaltados. Los hinchas derribaron una valla metálica e invadieron la pista en la que los jugadores se iban a entrenar, así como el gimnasio que habitualmente utilizan.
Airados por la goleada
Los aficionados, furibundos tras la goleada (5-1) que el Corinthians encajó en su visita al Santos la semana pasada en el Campeonato Paulista, exigieron hablar con algunos de los jugadores, pero la dirección del club prefirió no exponerlos a riesgos y resguardarlos en áreas más protegidas del centro de entrenamientos
Tras suspender el entrenamiento, Mano Menezes se reunió con cinco representantes de los 'invasores', que protestaron por el bajo rendimiento del equipo en el Campeonato Paulista y criticaron a jugadores como Alexandre Pato y Emerson Sheik.
Robos
La policía acudió a la llamada del Corinthians, no sólo por la invasión sino porque también algunos empleados del club dijeron haber sido robados durante el incidente. Las autoridades convencieron a los aficionados a abandonar pacíficamente la instalación y a poner fin a la protesta.
Los incidentes con la exigente afición del Corinthians son recurrentes; sus hinchas han llegado en ocasiones incluso a agredir jugadores.
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