Los 800 jerezanos y los 500 emeritenses vivieron una fiesta en el Calzado Galván. Todo se estropeó cuando, a la vuelta, un grupo de violentos esperaron a los autobuses de la Federación de Peñas del Mérida (en el que viajaban niños, mujeres y mayores) en Zafra para apedrearlos.
Una vez más, y ya van unas cuantas esta temporada, una serie de descerebrados volvieron a protagonizar otro episodio lamentable para el fútbol extremeño.
Llegados a Mérida, club y afectados denunciaron los hechos en comisaría. El Díter condenó inmediatamente los incidentes y precisó que si algún implicado es socio de la entidad azulina será expulsado.
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