Iban a ser de nuevo uno de los grandes focos de atención en un partido del Mundial. Pero no hablamos de algún jugador o entrenador, sino de los seguidores españoles contratados por la Federación Qatarí de Balonmano para animar a su selección en el Mundial que se está disputando en Doha. Y es que el morbo estaba asegurado, ya que los aficionados de nuestro país tenían el deber de apoyar a la 'empresa' que les contrató a cambio de todos los gastos pagados.
Pero este grupo de unos cincuenta y dos compatriotas, pertenecientes a diferentes peñas de clubes de la Asobal, nos volvieron a sorprender a todos otra vez. Entraron en el colosal Lusail Arena sin ninguna indumentaria de Qatar, como era habitual en los tres partidos anteriores. El motivo no era un arrepentimiento ético de última hora, sino que habían sido 'liberados' por parte de los organizadores qataríes para animar al equipo que quisieran, evitando así un dilema moral o una posible polémica.
Sin embargo, este reducto de aficionados españoles mantuvieron unas firmas convicciones, animando a Qatar cada vez que atacaban, con sus ya habituales cánticos y con una charanga que se oía por encima de los tambores y megáfonos de los seguidores locales que poblaban los fondos de ambas porterías. El tercer grupo en discordia, los hinchas de nuestro país que sólo apoyan a los 'Hispanos', intentaban hacerse notar entre el ambiente adverso, algo que consiguieron con el pitido final y con el que 'Viva España' sonando por la megafonía.
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