Incidentes aislados en el fútbol español, como el grave enfrentamiento de la pasada temporada entre Frente Atlético y Riazor Blues con un fallecido, han acabado por perjudicar a todos los clubes. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) aprobaron el pasado mes de marzo una normativa que entra en vigor este curso, 2015-16, y que afectará de lleno a los dos sectores de animación del Espanyol: la Curva y la Juvenil.
“Pagan justos por pecadores, ya que nuestros grupos no son en absoluto violentos, sino la envidia de otros clubes”, indica para comenzar Ramon Robert, el director de control de gestión del Espanyol y responsable ejecutivo del Punt d’Atenció al Soci, con quien AS charló ayer. “Pero no podemos hacer nada, es una norma y no nos queda más que aplicarla los 42 clubes de la LFP”, añade. Las medidas son drásticas, ya que todos los socios que tengan su asiento en una de esas dos zonas, Curva o Juvenil, solo entrarán a Cornellà-El Prat mediante el uso de su huella dactilar. Y, una vez dentro del recinto, esos sectores estarán separados del resto por unas vallas de metacrilato.
El Espanyol lleva semanas charlando con ambos grupos de animación, han llevado a cabo al menos cuatro reuniones informativas, y ayer enviaron un correo electrónico a todos los abonados de esos sectores y los colindantes. El objetivo es tratar de minimizar unas molestias que serán inevitables. Robert especifica que “trataremos de colocar un metacrilato que no permita la pérdida de visibilidad y con una altura que, si bien no haga posible saltar de un lado a otro, sí deje que los cánticos se escuchen en todo el estadio. Si ganan Curva y Juvenil, ganan todos los aficionados y el partido que esté en juego”.
Como club, el Espanyol también sale damnificado por esta normativa, ya que deberá asumir todos los costes de las reformas, que rondarán los 100.000 euros. “Seríamos los primeros interesados en que estas medidas no existieran”, razona Robert, consciente de que se trata de un gasto extraordinario enorme para la entidad en los tiempos que corren. “Además, fuimos los precursores en luchar contra grupos ultras, aquí no tenemos”, recuerda.
En octubre. Si bien la normativa entrará en vigor la primera jornada de Liga, el club ha pedido una prórroga a la LFP para adecuar las instalaciones, que ha sido concedida. Así que se estima que el sistema entre irrevocablemente en funcionamento a finales de octubre.
En las próximas semanas, los socios de Curva y Juvenil deberán pasar por el estadio para dejar sus huellas dactilares en la base de datos y así poder seguir gozando del fútbol.
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