La afición, como era de esperar, no ha fallado. Nunca lo ha hecho. Y, a pesar de la pésima temporada que está haciendo el equipo (con un cambio de entrenador que de poco parece que sirvió), acudió al llamamiento del vestuario y del club. Ha estado enchufada al partido desde el inicio y ha sabido llevar en volandas al equipo, aunque también le ‘ha dedicado’ algún pito a lo largo del encuentro y un gran abucheado al final de la primera parte.
El Espanyol ha cifrado la asistencia en: 27.654 personas. Al margen de los sevillistas, los pericos han vuelto a dejarse el alma animando a los suyos. El “equipo échale huevos” se ha escuchado a lo largo del encuentro porque los aficionados no veían al equipo puesto como debería estar en una final. La segunda parte ha reconciliado a los incondicionales con los jugadores y han acabado el partido cantándoles: “¡Queremos un tamudazo!”. Los blanquiazules visitan el Camp Nou la próxima semana. Álvaro y Óscar Duarte se perderán el partido por sanción.
Silbidos a Galca
La afición ha dado su veredicto: no quiere a Constantin Galca. Lo tiene claro. No ha dudado en silbar cuando ha escuchado su nombre en la megafonía de estadio. El técnico rumano se ha llevado una sonara pitada. Los seguidores no entienden muchos de los cambios, del sistema y de la filosofía del fútbol del entrenador blanquiazul. Le hacen culpable directo de la mala situación del equipo y sus pocos recursos para sacar adelante la difícil empresa.
Una de las cosas que los seguidores no le perdonan es el ‘movimiento’ en la portería. No entienden que se ‘cargara’ a Pau a la llegada de Arla, en el mercado invernal. Aterrizó el lituano avalado por el técnico rumano y lo hizo debutar en el Bernabéu, con pocas horas de entrenamiento como perico y sin apenas estar adaptado. Recibió seis goles. Dos más ante la Real (sólo jugó 45’ al lesionarse) y cuatro frente a Las Palmas. El vestuario le pidió que volviera Pau y los hinchas, también. Nada tienen en contra de Arla pero entienden que aún no está preparado para la Liga y que los goles recibido (12) no le están ayudando. Y Pau ha vuelto a su ‘casa’ frente al Sevilla.
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