La velada más eléctrica de la Eurocopa acabó en un vendaval de golpes entre hooligans y una lluvia de detenciones por la policía. La pacífica ciudad de Lille, en el norte de Francia, se convirtió, la noche del miércoles, en el nuevo escenario de la violencia más absurda que existe entre hinchas radicales de fútbol. Hubo 36 detenidos y 16 hospitalizados, ninguno de gravedad. Una riña multitudinaria enfrentó hasta pasada la medianoche a unos 300 aficionados ingleses y otro centenar de rusos que buscaban ajustar cuentas tras los graves disturbios vividos en Marsella el pasado fin de semana, que dejaron 35 heridos, uno en estado crítico. En total, 323 hinchas violentos han sido detenidos desde que comenzara la Eurocopa, el pasado 10 de junio; de esos, 196 siguen a disposición judicial.
El ambiente de tensa calma que reinaba por la tarde en Lille, una localidad de 150.000 habitantes, dio paso a un clima detestable cuando miles de hinchas rusos y eslovacos se encontraron en el centro de la ciudad con otros miles de aficionados ingleses y galeses tras el partido que enfrentó las selecciones de Rusia y Eslovaquia en el estadio Pierre Mauroy, en la localidad colindante de Villeneuve d’Ascq. Fuerzas antidisturbios y policías cargaron en repetidas ocasiones para dispersar a unos 300 ultras ingleses y rusos con gases lacrimógenos y porras, pero no pudieron evitar una multitudinaria pelea a medianoche en las calles del casco viejo. El enfrentamiento duró apenas unos instantes. Volaron botellas de vidrio, sillas de terrazas y palos. La policía intervino minutos después para poner fin a la trifulca y evitar así mayor desolación. Bomberos y socorristas auxiliaron en total a unas 50 personas a lo largo del día, el segundo más negro de la Eurocopa desde el inicio de la competición el pasado 10 de junio.
La UEFA lamentó a través de un comunicado este jueves los enfrentamientos que sucedieron Lille y saludó el trabajo de la policía francesa, que “fue capaz de mantener la situación bajo control”. Unos 4.000 policías y fuerzas antidisturbios fueron desplegados en por los puntos calientes de la ciudad, básicamente donde se encontraban los aficionados más radicales, en un dispositivo policial nunca visto en Lille para un partido de fútbol. Las autoridades francesas temían que se cruzaran hooligans rusos e ingleses debido a la cercanía temporal y geográfica de los dos partidos. Rusia jugó este miércoles por la tarde contra Eslovaquia (ganó Eslovaquia por 2-1) e Inglaterra tiene previsto disputar este jueves a las tres de la tarde su segundo partido del torneo contra Gales en la ciudad de Lens, solo distante de unos escasos 40 kilómetros. Infortunio del calendario.
Los incidentes de Lille hicieron resurgir el temor a nuevos enfrentamientos este jueves en Lens. Se esperan hasta 40.000 ingleses y galeses, dos aficiones rivales pero no tan antagonistas como las de Inglaterra y Rusia. La presencia de estos miles de aficionados duplicará por un día la población de una ciudad históricamente obrera, por lo que la prefectura de la región Altos de Francia decidió movilizar a unos 1.400 agentes de policía y gendarmes para controlar el flujo de espectadores en las inmediaciones del estadio Felix Bollaert en el que se celebrará el derbi británico. Aunque el miércoles transcurrió sin incidentes entre hinchas y fuerzas de seguridad, las autoridades locales decretaron el cierre de todas las escuelas de Lens para la jornada del jueves. En Lille, la venta de alcohol permanece prohibida en los supermercados y las tiendas de espirituosos hasta el viernes por la mañana.
Francia ha detenido durante la primera semana de la Eurocopa de fútbol a 323 hinchas violentos, de los que 196 siguen bajo arresto en espera de juicio, según ha informado este jueves el Ministerio del Interior. Los arrestos responden, principalmente, a episodios de "violencia, robo o degradaciones de bienes", según ha explicado el Gobierno a través de un comunicado, donde ha subrayado que 11 de estos individuos ya han sido juzgados y ocho de ellos condenados a penas de prisión firme.
Otras 24 personas han sido expulsadas del país, ha agregado el Ministerio, que precisó que "estas acciones continuarán a lo largo de toda la competición". Este anuncio se produce solo dos días después de que la policía francesa iniciase una operación para detener y deportar a decenas de hinchas rusos sospechosos de haber participado en los violentos enfrentamientos del pasado fin de semana en Marsella antes del partido entre Rusia e Inglaterra, que acabaron con 50 heridos, 16 hospitalizados y un aficionado al borde de la muerte.
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