El Gobierno argentino prohibió este martes la entrada a espectáculos futbolísticos de manera indefinida a 284 barras bravas (ultras) del River Plate, entre los que se encuentra su líder, Héctor Godoy, por una causa de reventa de entradas iniciada antes de la final suspendida de Copa Libertadores.
La medida se publicó este martes en el Boletín Oficial argentino, con el nombre, apellido y documento de identidad de cada miembro de la barra sobre el que recae la pena, y lleva la firma de Guillermo Madero, titular de la Dirección Nacional de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, dependiente del Ministerio de Seguridad.
La investigación comenzó el pasado 25 de noviembre, en las horas previas al partido entre River Plate y Boca Juniors que debía definir al campeón de la Copa Libertadores pero que finalmente se suspendió por los incidentes en los aledaños del estadio, que incluyeron un ataque al autobús del Boca con varios jugadores heridos.
Según se lee en el Boletín Oficial, como consecuencia de esas incidencias la Policía efectuó un registro en el domicilio de Héctor Godoy, conocido por el apodo de "Caverna" Godoy.
Allí "resultan secuestradas entradas nominadas y que pertenecerían al grupo radicalizado denominado 'Los Borrachos del Tablón'".
Es por el hallazgo de esas entradas asociadas a la reventa que la fiscalía inició una causa que provocó ahora la prohibición de entrada a estadios, un decisión gubernamental, pero que continuará por la vía judicial y prevé "prisión de uno a seis años", según la ley argentina.
Así, la prohibición llamada "Restricción de Concurrencia Administrativa" pesará sobre una parte importante de "Los Borrachos del Tablón", la barra dominante del River Plate.
El sociólogo Diego Murzi, vicepresidente de la ONG argentina Salvemos Al Fútbol (SAF), indicó a Efe que le parece "correcto" que se aplique el llamado "derecho de admisión" siempre que haya existido un proceso judicial "que avale que esas personas estaban revendiendo entradas".
Sin embargo, añadió que "estaría bueno que estuvieran incluidos los dirigentes de River que les vendieron entradas o que les hicieron conseguir las entradas" a los radicales, para que la causa alcance "las dos partes del hilo".
Desde 2016, ya con el Gobierno del presidente Mauricio Macri, es el Estado el que aplica las prohibiciones de entrada a los estadios de manera compartida con los clubes, en vez de ser sólo éstos los que tienen dicha potestad.
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