Ambiente caliente en la previa del encuentro entre la UD Las Palmas y el Osasuna, según informa el diario local La Provincia.
En los aledaños del estadio, miembros de la Policía Nacional han detenido a dos aficionados del equipo amarillo tras producirse una reyerta entre una quincena de seguidores de los clubes implicados en la jornada liguera.
Presuntamente se ha producido un ajuste de cuentas entre ambas aficiones, pues hace dos temporadas, cuando los dos clubes coincidieron en la máxima categoría del fútbol español, una facción de seguidores del Osasuna propinó una paliza a un fiel de la Unión Deportiva en el partido disputado en Pamplona de la jornada 7 y que acabó en empate 2-2. Hoy, dos años después, han continuado con la disputa.
La riña ha producido numerosos desperfectos materiales, entre los que destacan la rotura de varios cristales de vehículos estacionados en la calzada. También se pudo observar lanzamientos de botellas entre los implicados.
Una vez iniciado el encuentro y justo antes de que concluyese la primera parte del partido, parte de la afición del Osasuna pudo acceder al Estadio de Gran Canaria escoltado por miembros de la Policía Nacional.
Ajuste de cuentas
La pelea podría tratarse de un ajuste de cuentas, debido a que hace dos temporadas, una grupo de seguidores rojillos propinó una paliza a un hincha de la Unión Deportiva en el partido disputado en Pamplona.
Desperfectos materiales
El acto violento he terminado con varios desperfectos materiales: rotura de varios cristales de vehículos estacionados tras el lanzamiento de botellas entre los implicados.
Pedradas, botellazos, carreras, cristales rotos y dos detenidos. Una reyerta entre aficionados de la UD Las Palmas y Osasuna, junto a la calle de Fondos de Segura, obligó a la intervención policial. El enfrentamiento, según testigos presenciales, tuvo lugar sobre las 16.00 horas de ayer, en la principal vía de bares, junto a la zona de acceso de Sur al Gran Canaria. Esta 'guerra', entre los sectores más radicales de las aficiones de los dos equipos, forma parte de un acto de venganza. Según fuentes policiales, el 1 de octubre de 2016, antes Osasuna-UD en El Sadar, un seguidor amarillo sufrió una paliza.
En ese ajuste de cuentas, se desató la guerra de piedras y botellas, que provocó la rotura de varios cristales de los vehículos que estaban estacionados junto a la citada calle de Fondos de Segura. La rápida intervención policial evitó males mayores. No se ha presentado parte de lesiones ni hay heridos.
Cacheados y al estadio
Tras realizar la detención de dos seguidores del club amarillo, la treintena de aficionados de Osasuna fueron cacheados y retenidos por las fuerzas policiales. Posteriormente, fueron escoltados y se procedió a su entrada al recinto del Gran Canaria -a la grada de Sur con Curva-, al descanso de la disputa del UD-Osasuna de la 21ª jornada de Liga.
Durante el devenir del encuentro, no se produjeron más incidentes. El sector de fieles rojillos fueron retirados al término de la contienda por el operativo de fuerzas policiales sin mayor contratiempo.
Testigos presenciales de los incidentes insistían en que se trataba de un enfrentamiento "premeditado". "Se lanzaron de todo; piedras, palos y botellas. Todo sucedió muy rápido y rompieron cristales, tiraron papeleras...La intervención policial fue determinante y se acabó el guineo".
El pasado 16 de diciembre se celebró el gran clásico del fútbol canario UD Las Palmas-CD Tenerife y el partido se declaró de alto riesgo. No se registraron incidentes en el recinto de Siete Palmas. Algo más de un millar de seguidores del CD Tenerife acudieron al estadio de Gran Canaria. El sector de fieles chicharreros se ubicaron en la grada Sur con Tribuna -como viene siendo habitual en las últimas dos temporadas en el recinto deportivo-. El episodio de ayer, una hora antes del choque, obedece "a un acto aislado" como inciden desde fuerzas policiales.
Ajuste de cuentas
La pelea podría tratarse de un ajuste de cuentas, debido a que hace dos temporadas, una grupo de seguidores rojillos propinó una paliza a un hincha de la Unión Deportiva en el partido disputado en Pamplona.
Desperfectos materiales
El acto violento he terminado con varios desperfectos materiales: rotura de varios cristales de vehículos estacionados tras el lanzamiento de botellas entre los implicados.
Pedradas, botellazos, carreras, cristales rotos y dos detenidos. Una reyerta entre aficionados de la UD Las Palmas y Osasuna, junto a la calle de Fondos de Segura, obligó a la intervención policial. El enfrentamiento, según testigos presenciales, tuvo lugar sobre las 16.00 horas de ayer, en la principal vía de bares, junto a la zona de acceso de Sur al Gran Canaria. Esta 'guerra', entre los sectores más radicales de las aficiones de los dos equipos, forma parte de un acto de venganza. Según fuentes policiales, el 1 de octubre de 2016, antes Osasuna-UD en El Sadar, un seguidor amarillo sufrió una paliza.
En ese ajuste de cuentas, se desató la guerra de piedras y botellas, que provocó la rotura de varios cristales de los vehículos que estaban estacionados junto a la citada calle de Fondos de Segura. La rápida intervención policial evitó males mayores. No se ha presentado parte de lesiones ni hay heridos.
Cacheados y al estadio
Tras realizar la detención de dos seguidores del club amarillo, la treintena de aficionados de Osasuna fueron cacheados y retenidos por las fuerzas policiales. Posteriormente, fueron escoltados y se procedió a su entrada al recinto del Gran Canaria -a la grada de Sur con Curva-, al descanso de la disputa del UD-Osasuna de la 21ª jornada de Liga.
Durante el devenir del encuentro, no se produjeron más incidentes. El sector de fieles rojillos fueron retirados al término de la contienda por el operativo de fuerzas policiales sin mayor contratiempo.
Testigos presenciales de los incidentes insistían en que se trataba de un enfrentamiento "premeditado". "Se lanzaron de todo; piedras, palos y botellas. Todo sucedió muy rápido y rompieron cristales, tiraron papeleras...La intervención policial fue determinante y se acabó el guineo".
El pasado 16 de diciembre se celebró el gran clásico del fútbol canario UD Las Palmas-CD Tenerife y el partido se declaró de alto riesgo. No se registraron incidentes en el recinto de Siete Palmas. Algo más de un millar de seguidores del CD Tenerife acudieron al estadio de Gran Canaria. El sector de fieles chicharreros se ubicaron en la grada Sur con Tribuna -como viene siendo habitual en las últimas dos temporadas en el recinto deportivo-. El episodio de ayer, una hora antes del choque, obedece "a un acto aislado" como inciden desde fuerzas policiales.
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