A pesar de ser ámbitos aparentemente alejados, el maridaje entre fútbol y necrolatría ha dado para anécdotas curiosas. Más de un aficionado ha esparcido las cenizas de sus difuntos en el césped del estadio de su equipo, alguno ha intentado acceder a un campo con las cenizas de su padre y célebre es también en España la familia de un seguidor del Barcelona que desde hace 30 años no falta cada año al aniversario de su fallecimiento (el 14 de febrero) contándole en su esquela la marcha del equipo azulgrana.
La última anécdota la han deparado las celebraciones callejeras por la Superliga argentina conquistada este domingo por Racing de Avellaneda tras empatar 1-1 en la cancha de Tigre. Un hincha de La Academia, Gabriel Aranda, acudió a los festejos portando el cráneo de su abuelo Valentín Aguilera. Como el propio aficionado explicó en televisión, lo sacó de su nicho para que 'viviera' en primera persona la temporada de Racing.
"Estaba en el nicho y lo saqué del nicho todo el tiempo que jugó Racing. Esto es la cábala de Racing. Estará orgulloso porque lo saqué", comentó Aranda entrevistado por la cadena TNT Sports.
Racing de Avellaneda logró ayer domingo su noveno título de campeón de liga en la etapa del profesionalismo del fútbol argentino. Su último entorchado liguero databa del Torneo de Transición de 2014.
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