La Liga holandesa estuvo a punto de cerrarse ayer con una tragedia por culpa de los hinchas del Groningen, de la Primera División, que debía disputar un partido en su ciudad, al norte del país, contra el Ajax.
Antes incluso de que diera comienzo el encuentro, el lanzamiento de centenares de rollos de papel higiénico, que acabaron en llamas en el terreno de juego, provocó un incendio y una gran humareda que invadió las gradas. Aunque el juego fue suspendido y pudo evacuarse a tiempo al público, el pánico causó 19 heridos y "la mayor vergüenza de la temporada", según la federación.
La policía había calificado el partido de alto riesgo por el mal comportamiento tradicional de los seguidores de ambos bandos y los agentes repartieron gacetillas advirtiendo del peligro de prender fuego a las puertas de Euroborg, el estadio del Groningen. Un esfuerzo vano.
Los hinchas locales pasaron el rato anterior al partido lanzando rollos de papel, en apariencia inofensivos, al césped. "Era una forma de calentar el ambiente", según declararía después un espectador en una frase que tenía mucho de metáfora involuntaria.
Si bien los vídeos aclararán el origen exacto de las llamas, en unos minutos el papel empezó a arder y un intenso humo ascendió con rapidez por los escalones.
Los hinchas de la Tribuna Norte, los mismos que presumiblemente manipularon mecheros y cerillas, pasaron de provocadores a víctimas en potencia. Las escenas recuerdan a las estampidas del público en otros estadios que sí acabaron en tragedia hace décadas. La gente saltó al césped cuando vio arder las sillas y almohadillas. Algunos se echaron al suelo, ya en el terreno de juego, con diversos grados de asfixia. Una mujer se rompió un tobillo por culpa de un empujón, vencida por una avalancha de personas temerosas de quedarse atrapadas y envueltas en la humareda.
"No sé si seremos criticados por haber suspendido el encuentro. Habrá que ver las imágenes de lo sucedido. Pero en estos momentos pensamos que ha sido lo mejor", declaró Hans Nijland, director del Groningen, después de que tanto el árbitro como los entrenadores de los dos equipos aconsejaran la cancelación. Ron Jans, responsable del propio Groningen, y Adrie Koster, su colega del Ajax, hablaron con los médicos deportivos para ver si los futbolistas estarían en condiciones de jugar a pesar de todo. La respuesta fue que no podían arriesgarse.
Ambos conjuntos aguardaban en el vestuario cuando se desató el fuego y el humo que entró por el sistema de ventilación les afectó. "Era increíble. El aire resultaba irrespirable ahí dentro", aseguró Kuffour, jugador del Ajax.
Mientras la fiscalía especializada en seguir los altercados deportivos prepara un informe, la federación holandesa tendrá que decidir una nueva fecha para el encuentro. Lo más probable es que sea el próximo miércoles. Las sanciones vendrán después.
La policía había calificado el partido de alto riesgo por el mal comportamiento tradicional de los seguidores de ambos bandos y los agentes repartieron gacetillas advirtiendo del peligro de prender fuego a las puertas de Euroborg, el estadio del Groningen. Un esfuerzo vano.
Los hinchas locales pasaron el rato anterior al partido lanzando rollos de papel, en apariencia inofensivos, al césped. "Era una forma de calentar el ambiente", según declararía después un espectador en una frase que tenía mucho de metáfora involuntaria.
Si bien los vídeos aclararán el origen exacto de las llamas, en unos minutos el papel empezó a arder y un intenso humo ascendió con rapidez por los escalones.
Los hinchas de la Tribuna Norte, los mismos que presumiblemente manipularon mecheros y cerillas, pasaron de provocadores a víctimas en potencia. Las escenas recuerdan a las estampidas del público en otros estadios que sí acabaron en tragedia hace décadas. La gente saltó al césped cuando vio arder las sillas y almohadillas. Algunos se echaron al suelo, ya en el terreno de juego, con diversos grados de asfixia. Una mujer se rompió un tobillo por culpa de un empujón, vencida por una avalancha de personas temerosas de quedarse atrapadas y envueltas en la humareda.
"No sé si seremos criticados por haber suspendido el encuentro. Habrá que ver las imágenes de lo sucedido. Pero en estos momentos pensamos que ha sido lo mejor", declaró Hans Nijland, director del Groningen, después de que tanto el árbitro como los entrenadores de los dos equipos aconsejaran la cancelación. Ron Jans, responsable del propio Groningen, y Adrie Koster, su colega del Ajax, hablaron con los médicos deportivos para ver si los futbolistas estarían en condiciones de jugar a pesar de todo. La respuesta fue que no podían arriesgarse.
Ambos conjuntos aguardaban en el vestuario cuando se desató el fuego y el humo que entró por el sistema de ventilación les afectó. "Era increíble. El aire resultaba irrespirable ahí dentro", aseguró Kuffour, jugador del Ajax.
Mientras la fiscalía especializada en seguir los altercados deportivos prepara un informe, la federación holandesa tendrá que decidir una nueva fecha para el encuentro. Lo más probable es que sea el próximo miércoles. Las sanciones vendrán después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario