El club de fútbol River Plate de Argentina será sancionado por un sangriento enfrentamiento que protagonizaron decenas de sus simpatizantes el fin de semana, dijo el martes un funcionario de alto rango.
El choque cuerpo a cuerpo con cuchillos y cadenas dejó un saldo de siete heridos, uno de gravedad, y 30 detenidos, y se produjo cuando dos grupos antagónicos de la "barrabrava" de River se encontraron antes de un partido frente a Arsenal.
La televisión mostró detalladamente imágenes de personas sangrando profusamente o cayendo por las tribunas de cemento, en un nuevo capítulo de la constante violencia que golpea al fútbol argentino.
"Aplicaremos sanciones sobre River," dijo el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, a la emisora radial Mitre.
Después de los enfrentamientos, dirigentes de River dijeron que no habían visto en la tribuna a los 800 policías que habían contratado para garantizar la seguridad del estadio de Vélez Sarsfield, donde se realizó el partido porque River tenía el suyo ocupado por un espectáculo musical.
"Los que dicen que en las canchas hay zonas liberadas, es un ganso que no entiende nada," dijo Fernández.
En agosto del año pasado, uno de los líderes de la "barrabrava" de River fue asesinado en una emboscada a la salida de un gimnasio. Y tres semanas atrás, un joven de 21 años simpatizante de Vélez fue muerto de un balazo cuando se dirigía a ver a su equipo contra San Lorenzo.
En esa misma fecha, otra persona fue asesinada con un disparo en la cabeza mientras iba a ver a su equipo en la ciudad norteña de Salta.
El mismo día, otra mujer fue herida con un arma blanca en un partido de Colón de la central provincia de Santa Fé.
El choque cuerpo a cuerpo con cuchillos y cadenas dejó un saldo de siete heridos, uno de gravedad, y 30 detenidos, y se produjo cuando dos grupos antagónicos de la "barrabrava" de River se encontraron antes de un partido frente a Arsenal.
La televisión mostró detalladamente imágenes de personas sangrando profusamente o cayendo por las tribunas de cemento, en un nuevo capítulo de la constante violencia que golpea al fútbol argentino.
"Aplicaremos sanciones sobre River," dijo el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, a la emisora radial Mitre.
Después de los enfrentamientos, dirigentes de River dijeron que no habían visto en la tribuna a los 800 policías que habían contratado para garantizar la seguridad del estadio de Vélez Sarsfield, donde se realizó el partido porque River tenía el suyo ocupado por un espectáculo musical.
"Los que dicen que en las canchas hay zonas liberadas, es un ganso que no entiende nada," dijo Fernández.
En agosto del año pasado, uno de los líderes de la "barrabrava" de River fue asesinado en una emboscada a la salida de un gimnasio. Y tres semanas atrás, un joven de 21 años simpatizante de Vélez fue muerto de un balazo cuando se dirigía a ver a su equipo contra San Lorenzo.
En esa misma fecha, otra persona fue asesinada con un disparo en la cabeza mientras iba a ver a su equipo en la ciudad norteña de Salta.
El mismo día, otra mujer fue herida con un arma blanca en un partido de Colón de la central provincia de Santa Fé.
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