Los hinchas del Paris Saint Germain volvieron a protagonizar un acto deplorable e insultante, esta vez, para los habitantes del norte de Francia. Los hechos se produjeron el sábado, en el Stade de France, en la final de la Copa de la Liga entre el PSG y el Lens. Los seguidores del club capitalino colgaron una pancarta en las gradas en la que se podía leer "Pédophiles, chomeurs, consanguins: Bienvenue chez les Ch'tis", "Pedófilos, parados, consanguíneos: Bienvenidos al mundo de los Ch'tis" en referencia a la película de éxito de Dany Boon sobre la gente del norte del país. Las reacciones no se han hecho esperar, la Liga de fútbol profesional y la Federación ha presentado una denuncia por "incitación al odio y a la violencia".
Allí estaban todos: el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, que amenazó con abandonar el estadio, el alcalde de París Bertrand Delanoë, el ex primer ministro Lionel Jospin, los tres se quedaron atónitos ante la impresionante pancarta que se descolgó en el minuto 52 de la final de al Copa de la Liga, en la tribuna sur. Sólo consiguió permanecer visible cuatro minutos, tiempo suficiente para provocar un gran escándalo y ensombrecer la victoria del PSG que acabó imponiéndose al equipo norteño de Lens por dos a uno.
De momento, no se ha encontrado a los culpables, presuntos seguidores del club parisino, que consiguieron burlar los controles e ingresar en el estadio con la banderola a pedazos para que los agentes de seguridad no pudieran descifrar el mensaje. Un mensaje injurioso, racista contra los franceses de la región del norte, a los que se conoce como Ch'tis. Una zona en la que la crisis minera dejó a mucha gente sin trabajo en los años ochenta y donde se han celebrado varios juicios por pedofilia. Una región que ahora está de moda tras la salida de la película "Benvenue chez les Ch'tis" que ha tenido un gran éxito en Francia con más de 15 millones de espectadores.
El portavoz de los Boulogne Boys, uno de los grupos hinchas del PSG, Philippe Pereira, afirma que no tienen nada que ver con el incidente y han condenado al mensaje de la pancarta. "No quiero volver a ver a la gente que ha hecho esto, si se les tiene que prohibir la entrada al estadio, se les prohibirá", ha declarado por su parte el mayor accionista del Club de París, Sébastien Bazin.
La brigada criminal de la Policía de París es la encargada de investigar el caso. De momento van a analizar las grabaciones de las cámaras de seguridad, así como las imágenes de las televisiones que difundieron el partido. Además se han encontrado trozos de la banderola que serán examinados. Según la justicia, se habría infringido el Código del Deporte en su artículo referente a la represión de la "provocación del odio o de la violencia durante manifestaciones deportivas cuyo objetivo sean árbitros, jugadores, o cualquier otra persona". Un delito castigado con un año de prisión y multas de hasta 15.000 euros.
No es la primera vez que en los estadios de Francia se ven actitudes racistas. El pasado 22 de febrero, durante un partido de segunda división entre el Libourne y el Saint-Seurin disputado en Bastia, se colgó una banderola racista contra el jugador de Burkina Faso, Kébé en la que se podía leer: "Kébé, on n'est pas racistes, la preuve: on t'enc...", Kébé, no somos racistas, la prueba: te c..", insinuando la sodomía.
De momento, no se ha encontrado a los culpables, presuntos seguidores del club parisino, que consiguieron burlar los controles e ingresar en el estadio con la banderola a pedazos para que los agentes de seguridad no pudieran descifrar el mensaje. Un mensaje injurioso, racista contra los franceses de la región del norte, a los que se conoce como Ch'tis. Una zona en la que la crisis minera dejó a mucha gente sin trabajo en los años ochenta y donde se han celebrado varios juicios por pedofilia. Una región que ahora está de moda tras la salida de la película "Benvenue chez les Ch'tis" que ha tenido un gran éxito en Francia con más de 15 millones de espectadores.
El portavoz de los Boulogne Boys, uno de los grupos hinchas del PSG, Philippe Pereira, afirma que no tienen nada que ver con el incidente y han condenado al mensaje de la pancarta. "No quiero volver a ver a la gente que ha hecho esto, si se les tiene que prohibir la entrada al estadio, se les prohibirá", ha declarado por su parte el mayor accionista del Club de París, Sébastien Bazin.
La brigada criminal de la Policía de París es la encargada de investigar el caso. De momento van a analizar las grabaciones de las cámaras de seguridad, así como las imágenes de las televisiones que difundieron el partido. Además se han encontrado trozos de la banderola que serán examinados. Según la justicia, se habría infringido el Código del Deporte en su artículo referente a la represión de la "provocación del odio o de la violencia durante manifestaciones deportivas cuyo objetivo sean árbitros, jugadores, o cualquier otra persona". Un delito castigado con un año de prisión y multas de hasta 15.000 euros.
No es la primera vez que en los estadios de Francia se ven actitudes racistas. El pasado 22 de febrero, durante un partido de segunda división entre el Libourne y el Saint-Seurin disputado en Bastia, se colgó una banderola racista contra el jugador de Burkina Faso, Kébé en la que se podía leer: "Kébé, on n'est pas racistes, la preuve: on t'enc...", Kébé, no somos racistas, la prueba: te c..", insinuando la sodomía.
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