Los bares de la Plaza Mayor y la Puerta del Sol se frotan las manos. Más de 10.000 alemanes se encuentran en la ciudad con motivo del partido de esta noche. El nombre Borussia viene del latín, que significa Prussia y lo tomaron de una fábrica de cerveza que estaba establecida cerca de la ciudad de Dortmund. Con los ingleses del City (18 de septiembre), los barriles de cerveza se agotaron después de la hora de la comida en estos dos lugares emblemáticos de la capital. Hoy los alemanes vienen dispuestos a seguir el ritual que cumplen en la Bundesliga antes de los partidos: beber cerveza.
Ayer aterrizaban los primeros aficionados al aeropuerto de Barajas procedentes de Dortmund y Dusseldorf: 3.800 viajan con entrada directamente desde Alemania (el 5% del aforo al que obliga la UEFA) y otros 4.200 han reservado su localidad por Internet. "No conozco nada de Madrid. Únicamente venimos para animar al Borussia. ¡Por supuesto que beberemos cerveza antes del partido!", señala un joven aficionado del Borussia, ataviado con la camiseta amarilla fosforito de su equipo. Unos 8.000 hinchas alemanes animarán esta noche a su equipo en el Bernabéu (los otros 2.000 lo vivirán desde los bares). Habrá un espacio reservado para ellos como en todos los partidos de Champions en el cuarto anfiteatro del Fondo Norte (3.800), pero los otros aficionados se ubicarán en diferentes zonas del estadio.
Ayer, al cierre de esta edición, todavía quedaban unas 4.000 entradas de público general por vender. Los precios oscilan desde los 40 euros (en los Fondos) hasta los 175 (en Tribuna). Además, también existe la posibilidad de las localidades VIP: están completos los palcos de 295 euros, pero siguen a la venta las entradas de 395 y 595 euros. Si el Bernabéu al final se llena será gracias al tirón de última hora de los alemanes.
Dispositivo. Debido a la invasión germana, la Comisión Antiviolencia declaró este choque de alto riesgo. Desde primera hora de la mañana habrá un dispositivo del Cuerpo Nacional de la Policía en la Plaza Mayor y en la Puerta del Sol para controlar a los alemanes. Preocupa en la Delegación del Gobierno los problemas que puedan ocasionar a la vista de los incidentes del Schalke-Borussia, que acabó con 180 detenidos y ocho policías heridos. Alrededor de mil agentes entre Policía Nacional, Municipal, Seguridad Privada y Sanitarios velarán por la seguridad. La mayoría de los aficionados alemanes regresarán a Dortmund mañana.
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