La afición del Racing ha aprovechado el encuentro frente al Almería, que ha finalizado 3-4 a favor de los visitantes, para volver a expresar su malestar con los directivos del club y, en esta ocasión, la peculiar forma de protesta ha sido repartir 7.000 tarjetas rojas por toda la grada.
En el momento en que el equipo saltó al campo, en lugar de levantar las bufandas al son de la "Fuente de Cacho", como suele ser ritual en los partidos que el equipo juega en casa, todo el público ha mostrado unas cartulinas rojas en las que se podía leer "Fuera Chorizos", y "SOS Racing".
En el minuto 13 de cada parte, momento en el que habitualmente, durante toda la temporada, los seguidores del Racing dirigen sus pitos hacia el palco de autoridades, también se ha vuelto a repetir la misma escena y los aficionados exhibieron las tarjetas rojas.
Durante el encuentro también se han sucedido diversos cánticos e insultos referidos a los miembros del consejo de administración del club y a la figura del expresidente Francisco Pernía.
Aunque la protesta ha sido unánime, el grado de tensión parece haberse rebajado con respecto al partido anterior disputado en casa ante el Villarreal, cuando más de 2.000 aficionados del Racing esperaron alrededor de una hora fuera de El Sardinero a que saliera la actual directiva del club.
Aquel día se alcanzó, hasta la fecha, el momento de crispación más álgido, cuando los aficionados se congregaron en la parte del estadio que da acceso a los vestuarios, la prensa y el palco.
Y lo hicieron para continuar con la fuerte protesta que se había iniciado durante la segunda parte del encuentro, después de que a una persona se le retirara una pancarta por mostrarla junto al palco.
Esta acción fue la mecha que encendió al resto del público y desencadenó una serie protestas e, incluso, pareció producirse una tentativa de invasión al terreno de juego por parte de un gran número de aficionados.
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