El partido entre La Palma y Xerez B, decisivo para el primer puesto ya que se enfrentaban en líder y el tercer clasificado -separados por dos puntos en la clasificación-, fue suspendido en el minuto 63 por incidentes e invasión del terreno de juego, dejando el colegiado a ambos conjuntos con ocho jugadores sobre el terreno. En ese momento el conjunto local ganaba por 1-0 gracias a un gol de Redondo en el minuto 50. Ahora habrá que esperar a ver qué decisión toma el Comité de Competición para conocer el desenlace de este duelo.
La lucha por el título en Primera Andaluza empezó a mediados de semana con la posible no comparecencia del Almonte en su visita a la Olímpica Valverdeña en la última jornada, por lo que el duelo La Palma-Xerez B resultaba una final en la cual el equipo que no ganara se iba a quedar fuera de la lucha por el ascenso directo.
El encuentro se presentaba tenso desde antes de que pitara el árbitro el inicio; de hecho, ya hubo algunos altercados con los ultras visitantes que acudieron a las gradas del Municipal. El colorido del humo que llevaron se tiñó de gris oscuro antes de acabar el partido.
La primera parte fue muy intensa y disputada. Ambos equipos buscaban con ansia y profundidad la portería rival intentando generar ocasiones mediante centros desde la banda que la defensa cortaba, y unos últimos pases que no eran precisos, por lo que las porterías de José Manuel e Iván Ares apenas corrieron peligro.
El filial xerecista buscó como principal referente a su delantero Emaná, que siempre intentó desequilibrar en el uno contra uno a los centrales palmerinos Zayas y Redondo, pero ambos estuvieron a la altura de las circunstancias y frenaron al atacante con brillantez. La Palma lo intentó más con su juego combinativo, pero la falta de precisión y la buena defensa visitante le impedían generar muchas ocasiones.
La primera mitad trascurrió con mucha intensidad, pero sin ningún remate claro a la portería.
Tras la reanudación, nada más sentarse los aficionados en la grada, Emilio fue expulsado al recibir la segunda amarilla; en la siguiente jugada, La Palma provocó una falta lateral que es botada hacia el área, donde Redondo se anticipa a la salida del meta y logra el 1-0 pese a estar los locales en inferioridad numérica (m. 50).
El Xerez B aprovecha la superioridad para tener presencia en el área rival con mayor asiduidad; Emaná llega a la línea de fondo, intenta el pase de la muerte pero José Manuel despeja en una gran intervención. Posteriormente Parada intenta el empate mediante el lanzamiento de una falta frontal, pero el balón pasa cerca del poste.
Desgraciadamente, en el m. 63, en una falta que realiza Joaqui sobre Ángel (en la cual el árbitro expulsa por doble amarilla al jugador visitante), se forma una pequeña tangana que parecía resuelta, pero al otro lado del campo se van agrupando jugadores de ambos equipos y se forman otros conatos de tangana; los incidentes acaban con la expulsión de los locales José Manuel, Ángel y los visitantes Emaná y Lobato. A partir de ahí se pierden los nervios, se saltan al terreno de juego aficionados del Xerez B y de seguido los de La Palma, formándose un altercado ante el cual tiene que intervenir la Guardia Civil; tras unos minutos de tensión se restablece el orden, se van todos (ambos equipos y el trío arbitral) al vestuario y el colegiado decreta la suspensión del choque, dejando el acta abierta con la posibilidad de que haya algún sancionado más.
La lucha por el título en Primera Andaluza empezó a mediados de semana con la posible no comparecencia del Almonte en su visita a la Olímpica Valverdeña en la última jornada, por lo que el duelo La Palma-Xerez B resultaba una final en la cual el equipo que no ganara se iba a quedar fuera de la lucha por el ascenso directo.
El encuentro se presentaba tenso desde antes de que pitara el árbitro el inicio; de hecho, ya hubo algunos altercados con los ultras visitantes que acudieron a las gradas del Municipal. El colorido del humo que llevaron se tiñó de gris oscuro antes de acabar el partido.
La primera parte fue muy intensa y disputada. Ambos equipos buscaban con ansia y profundidad la portería rival intentando generar ocasiones mediante centros desde la banda que la defensa cortaba, y unos últimos pases que no eran precisos, por lo que las porterías de José Manuel e Iván Ares apenas corrieron peligro.
El filial xerecista buscó como principal referente a su delantero Emaná, que siempre intentó desequilibrar en el uno contra uno a los centrales palmerinos Zayas y Redondo, pero ambos estuvieron a la altura de las circunstancias y frenaron al atacante con brillantez. La Palma lo intentó más con su juego combinativo, pero la falta de precisión y la buena defensa visitante le impedían generar muchas ocasiones.
La primera mitad trascurrió con mucha intensidad, pero sin ningún remate claro a la portería.
Tras la reanudación, nada más sentarse los aficionados en la grada, Emilio fue expulsado al recibir la segunda amarilla; en la siguiente jugada, La Palma provocó una falta lateral que es botada hacia el área, donde Redondo se anticipa a la salida del meta y logra el 1-0 pese a estar los locales en inferioridad numérica (m. 50).
El Xerez B aprovecha la superioridad para tener presencia en el área rival con mayor asiduidad; Emaná llega a la línea de fondo, intenta el pase de la muerte pero José Manuel despeja en una gran intervención. Posteriormente Parada intenta el empate mediante el lanzamiento de una falta frontal, pero el balón pasa cerca del poste.
Desgraciadamente, en el m. 63, en una falta que realiza Joaqui sobre Ángel (en la cual el árbitro expulsa por doble amarilla al jugador visitante), se forma una pequeña tangana que parecía resuelta, pero al otro lado del campo se van agrupando jugadores de ambos equipos y se forman otros conatos de tangana; los incidentes acaban con la expulsión de los locales José Manuel, Ángel y los visitantes Emaná y Lobato. A partir de ahí se pierden los nervios, se saltan al terreno de juego aficionados del Xerez B y de seguido los de La Palma, formándose un altercado ante el cual tiene que intervenir la Guardia Civil; tras unos minutos de tensión se restablece el orden, se van todos (ambos equipos y el trío arbitral) al vestuario y el colegiado decreta la suspensión del choque, dejando el acta abierta con la posibilidad de que haya algún sancionado más.
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