El gobierno italiano quiere endurecer las medidas contra los aficionados violentos tras los incidentes ocurridos el sábado en la final de la Copa de fútbol, en los cuales tres personas fueron heridas de bala, dijo el ministro del Interior Angelino Alfano.
"Hay que endurecer las medidas contra los aficionados violentos", aunque "sea difícil sancionarlos de por vida", dijo Alfano.
El ministro del Interior planteó la posibilidad de duplicar el período de prohibición de acceso a los estadios impuesto a los reincidentes.
"Actualmente es de cinco años más cinco años. Podría preverse cinco años más diez años", dijo Alfano en declaraciones al diario La Stampa.
Se trata de la primera reacción del gobierno a las críticas que recibió el fin de semana por los incidentes en Roma durante la final entre la Fiorentina y el Nápoles. "La final está manchada de sangre", dijo el diario Corriere dello Sport.
"¿Por qué el ministerio del Interior no es capaz de organizar un partido de fútbol, algo que debería ser un juego de niños?", dijo por su lado el presidente del Nápoles, Aurelio De Laurentiis.
El sábado, en el Estadio Olímpico de Roma, en la final de la Copa entre Fiorentina y Nápoles, el fútbol italiano mostró su peor faceta.
Al final del partido los aficionados invadieron el terreno de juego y protagonizaron una trifulca que se extendió a los alrededores del estadio, donde también se habían registrado choques antes del encuentro.
Los incidentes arrojaron un balance de tres napolitanos heridos de bala, uno de ellos en estado grave, y un acusado por tentativa de homicidio, también hospitalizado.
La policía detuvo a un aficionao de la Roma, Daniele De Santis, de 48 años, fichado como un ultra del club romano que sin embargo no participaba en la final.
De Santis, autor de los disparos contra aficionados napolitanos, se encuentra internado tras haber recibido una paliza.
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