Cuatro aficionados del Gremio de Porto Alegre brasileño acusados de haber insultado con gritos racistas un portero rival firmaron hoy un acuerdo con el tribunal para evitar ser juzgados y una posible condena de cárcel.
En un comunicado, la justicia aseguró que el juez Marco Aurelio Martins Xavier, titular del juzgado especial del Hincha de Río Grande do Sul (sur), aceptó que los cuatro aficionados, como pena alternativa, se presenten en un lugar que determinen las autoridades en el horario de los partidos del Gremio durante los próximos diez meses, según informó la corte en un comunicado.
Los hinchas deberán comparecer a un lugar estipulado en todos los partidos que juegue el Gremio, ya sea en casa o fuera, una hora antes del inicio y hasta media hora después de la conclusión del encuentro.
De no presentarse en el local determinado, el proceso se reiniciará y los que no hayan comparecido se podrían enfrentar a condenas de hasta tres años de cárcel, el máximo que establece el Código Penal de Brasil para delitos de racismo.
Los cuatro aficionados están acusados de haber lanzado insultos racistas al portero Aranha, del Santos, durante un partido de la Copa de Brasil disputado a finales de agosto.
Los insultos, así como los gestos de mono que hicieron hacia el portero, de raza negra, los captaron perfectamente las televisiones y causaron una gran indignación en Brasil. Aranha, durante el partido, se quejó al árbitro, que detuvo el encuentro un rato.
Como consecuencia de los insultos racistas, las autoridades deportivas de Brasil castigaron al Gremio con la pérdida de puntos, que le costaron la eliminación de la Copa.
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