El hombre que estaba crítico tras la reyerta entre aficionados del Atlético de Madrid y del Deportivo de La Coruña ha muerto a primera hora de la tarde. La pelea tuvo lugar sobre las 9 horas en las proximidades de Madrid Río, en los alrededores del estadio Vicente Calderón, y otras cinco personas, entre ellas una agente, han resultado heridas.
El fallecido es un aficionado gallego de 43 años llamado Francisco Javier Roberto Taboada. Estaba casado, con un hijo, y era conocido por el sobrenombre de 'Jimmy', según informa Natalia Puga. Pertenececía a una facción de los hinchas del Deportivo denominada Los Suaves, conocida por su radicalidad.
Los equipos han disputado posteriormente su partido de Liga.
La pelea, con varios focos, se ha producido por la zona de Avenida de Manzanares, calle Virgen del Puerto y calle San Rufo. Al fallecido lo ha tenido que rescatar del río Manzanares la Unidad de Buceo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Una vez extraído del agua, efectivos del Samur-Protección Civil han comprobado que presentaba un traumatismo craneoencefálico, hipotermia, y estaba en parada cardiorrespiratoria. Tras varios minutos realizándole maniobras de reanimación han conseguido sacarle de la parada y le han trasladado en estado crítico al Hospital Clínico, donde finalmente ha muerto.
Por otra parte, el Samur ha atendido a otros 10 aficionados del Atlético de Madrid y del Deportivo, uno de los cuales también estaba en el río, y a una agente de Policía con contusiones.
Las atenciones en la mayoría de estos casos han sido por brechas en la cabeza producidos por golpes, por lo que unos han sido trasladados a centros hospitalarios para realizarles una sutura y otros han sido dados de alta en el lugar. En total, tres aficionados han resultado heridos leves tras varios 'pinchazos' por arma blanca.
Quince detenidos
Quince personas han sido detenidas y unas 90 identificadas, según la delegación de Gobierno. Se les acusa de riña tumultuaria y en dos casos, además, de atentado, resistencia y desobediencia. La Policía ha tomado la filiación a más de 60 ultras del Deportivo, que han sido devueltos a La Coruña.
Durante el operativo policial, han sido intervenidos palos y otros instrumentos agresivos, de acuerdo con fuentes policiales.
Según relata un hostelero de Avenida de Manzanares, los aficionados radicales han ido arrasando todo lo que encontraban a su paso, como sillas y mesas, que han sido arrojadas durante la batalla campal. "Había sangre por todos los lados", describía la escena el dueño de una cafetería.
Las aficiones radicales de ambos equipos habían quedado para pegarse antes del partido a través de WhatsApp. Los incidentes han comenzado cuando los aficionados del Depor han bajado de los autobuses que les traían de La Coruña y que han sido aparcados la Cuesta de San Vicente, donde lo hacen siempre los vehículos de los seguidores del equipo rival en el Calderón.
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