El "Derbi Eterno", como se le conoce en Serbia, entre el Partizán de Belgrado y el Estrella Roja vivirá un nuevo episodio este sábado y pondrá, como siempre, a la ciudad en alerta.
El carácter político y beligerante de este partido ha hecho que, en los últimos años, haya dejado de interesar al espectador medio para convertirse en una cita importante solo para las ultras y la policía.
La guerra de los Balcanes acabó con la aureola romántica que durante años precedió a este derbi. Poco queda de fútbol en la actualidad.
Y esto es debido principalmente a que tanto los hinchas del Estrella Roja como los del Partizán se han dedicado, durante las últimas temporadas, a reclutar entre sus filas a paramilitares serbios ultranacionalistas.
"El buen fútbol ha sido sustituido por el mal juego y por los 'hooligans'", explica Nikola Jankovic, profesor de 58 años y habitual del estadio del Estrella Roja desde 1991.
El sábado, como ocurre cada vez que se enfrentan estos dos conjuntos, Belgrado se asemejará a un campo de batalla. Habrá varios helicópteros que sobrevuelen la ciudad y grupos de antidisturbios desplegados en cada rincón.
Los enfrentamientos entre ambas aficiones, en cualquier caso, no se reducen únicamente a los días de partido. Los ultras de ambos equipos son habituales en las páginas de sucesos de los medios locales.
A finales de 2016, Aleksandar Stankovic, uno de los jefes de los ultras del Partizán fue asesinado cuando conducía su moto de gran cilindrada en lo que pudo ser -dijo entonces la prensa- un ajuste de cuentas de la mafia.
"La rivalidad tiene poco que ver con el deporte, está más relacionada con las actividades criminales", explica Mihajlo Todic, periodista deportivo del diario Sportski Zurnal.
Los retratos de ultras fallecidos jalonan algunas calles de Belgrado, pero estos muertos, aclara Todic, "no son mártires del deporte sino víctimas de enfrentamientos criminales o ajustes de cuentas".
- Nostalgia de tiempos mejores -
El exfutbolista Vladimir Petrovic, leyenda del Estrella Roja, en el que militó entre 1972 y 1982, recuerda con nostalgia la época en la que llegaba andando al estadio del rival para jugar el derbi.
"Después de una victoria salías a la calle como un héroe", apunta.
Entonces no había nada como ganar el derbi, ni siquiera llevarse el campeonato, tercia Ljubisa Tumbakovic, antiguo entrenador del Partizán.
La rivalidad entre ambos clubes comenzó al poco de que éstos se creasen, al terminar la Segunda Guerra Mundial. Con su fundación, el Estrella Roja y el Partizán sustituían a dos equipos desparecidos durante el conflicto armado.
Los primeros heredaron multitud de jugadores así como el estadio del antiguo club, el Jugoslavija; mientras que los segundos fueron creados y dirigidos por el ejército y también se sirvieron del estadio de un antiguo club de la capital, el BSK.
En aquella época ser aficionado de uno u otro equipo no tenía nada que ver con la escala social, ni con el barrio en el que se vivía. La pasión por el Estrella o el Partizán se transmitía de padres a hijos.
"Los niños apoyaban al equipo que apoyaban sus padres", apunta Sandra Radenovic, socióloga en la facultad de Cultura física de Belgrado.
No obstante, algunas regiones se asociaban a un club o al otro en función de si un jugador era originario de allí, explica Mihajlo Todic.
- El Estrella Roja, el más popular -
De esta manera, Ainsi Zrenjanin (al noreste), de donde era originario el delantero Nenad Bjekovic, leyenda del Partizán, "es negra y blanca" (colores de éste equipo).
Mientras que Ub (al oeste) es blanco por haber dado al Estrella Roja a Dragan Dzajic.
Según un estudio realizado en 2008, el Partizán cuenta con menos seguidores que el Estrella Roja (30,5% de la población frente al 48,2%), equipo que se llevó la victoria, por 4-3, en el primer derbi, disputado el 5 de enero de 1947.
El Estrella Roja se impone asimismo en el número de victorias totales entre todos los duelos: 107 por 76 del Partizán entre los 241 disputados hasta la fecha.
Los blanquinegros, sin embargo, se dan el gusto de haber sido los artífices de la mayor goleada en un derbi, 7-1, en 1953.
Dato que en cualquier caso palidece frente a la Copa de Europa que el Estrella Roja consiguió en 1991.
De ganar este sábado, el Estrella Roja se situaría con 9 puntos de ventaja sobre el Partizán y encarrilaría su 28º título liguero.
Pero en un campeonato tan flojo como el serbio nadie se preocupa por esos datos. Los verdaderos aficionados al balompié del país prestan más atención al Chelsea o al Real Madrid que a su "Derbi Eterno".
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