Cinco supuestos "red skins" independentistas se han desmarcado este lunes del ataque a una carpa de la plataforma "Barcelona con la Selección", en el que en 2016 resultaron agredidos tres aficionados de La Roja, y han negado cualquier vinculación con hinchas radicales del fútbol.
En el juzgado de lo penal número 16 de Barcelona ha comenzado el juicio contra los cinco acusados del ataque, según la Fiscalía hinchas radicales del club Unió Esportiva Sant Andreu para quienes pide penas de hasta tres años de cárcel por los delitos de lesiones, daños, contra la integridad moral y el ejercicio de los derechos fundamentales, amenazas y hurto.
Además, el fiscal acusa a los cinco procesados -uno de ellos condenado por la paliza que simpatizantes del Ateneu Independentista "La Torna" de Gràcia dieron a cinco ucranianos unionistas en 2014- de pertenencia a grupo criminal por formar parte de Desperdicis, colectivo ultra de la grada de animación del Sant Andreu.
Las defensas de los cinco procesados han impugnado ante la juez los vídeos y fotografías del ataque, prueba de cargo clave para las acusaciones, al cuestionar su autoría y su veracidad, con el argumento de que las imágenes han sido objeto de un proceso de editado que altera su contenido.
Tres de los cinco procesados han dicho que no se reconocen en las imágenes en que supuestamente se basan las acusaciones para imputarles, al tiempo que han negado formar parte de la hinchada "Desperdicis" e incluso, en algún caso, ser seguidores del Sant Andreu.
Bernat B., que implicó a algunos de los acusados en una declaración inicial que después corrigió, se ha negado a contestar a las acusaciones y, a preguntas de su defensa, se ha situado junto a la carpa de La Roja que fue atacada, aunque ha mantenido que en ningún momento intentó derribarla, sino que precisamente la aguantó con una mano porque estaba "tambaleándose".
Otros tres acusados se han desmarcado totalmente del ataque a la carpa y han recalcado que no supieron de lo ocurrido hasta que los Mossos d'Esquadra los llamaron para tomarles declaración por la agresión.
El quinto acusado, que tiene suspendida una condena por encubrimiento y amenazas por el ataque al grupo de ucranianos en el barrio de Gràcia, ha reconocido que vio la carpa, pero ha negado que escupiera, insultara, arrojara líquido y amenazara los aficionados a La Roja haciéndoles con la mano el gesto de cortarles el cuello.
Además de este caso, la Fiscalía relaciona a los procesados con ataques violentos a grupo de extrema o a seguidores ultras de clubes futbolísticos antagónicos ocurridos en Barcelona desde 2007.
Según el fiscal, los acusados, que supieron de la existencia de la carpa en una fiesta, se acercaron a la misma profiriendo insultos como "putas españolas, fuera de aquí, os vamos a matar, putos españoles de mierda, iros a vuestro país" y empujaron la instalación hasta destrozarla, derribando sillas, mesas y material de publicidad de la Selección Española de fútbol.
El escrito sostiene que los acusados empezaron a propinarles "patadas, puñetazos y empujones en diferentes partes del cuerpo", lo que provocó que una de las jóvenes cayera al suelo, donde siguieron agrediéndola e insultándola, tras lo que se llevaron material de propaganda del estand y el bolso de una de las aficionadas.
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