Alentar sin importar qué tan espesa sea la adversidad. Mientras el balón siga rodando, la esperanza continúa. No se llega a la gloria sin sufrir antes. Así se entiende el futbol si eres aficionado del Liverpool. Siempre lo ha sido así. De esta forma se forjaron las grandes hazañas del club, encabezadas por históricos como Ian Rush, Kenny Dalglish, Terry McDermott, Phil Neal, Kevin Keegan, Steven Gerrard y compañía. No obstante, hay un ingrediente especial que ha sido fundamental en todas estas victorias: El característico You'll Never Walk Alone. EL ORIGEN La melodía tiene su nacimiento en Brodway, a mediados de los años cuarenta, en el musical Carrusel, de Oscar Hammerstein y Richard Rodgers, la cual se adaptaba a la obra Liliom de Ferenc Molnárs. Dicho musical cuenta -a grandes rasgos- el romance de dos parejas en la costa de Maine; la trama se centra en la gente trabajadora de fines del siglo XIX. Sin embargo, la obra es -en sí- una tragedia. Al final de la misma, Hammerstein y Rodgers integraron una nota de ánimo hacia los protagonistas; la melodía electa fue You'll Never Walk Alone.
EL HIMNO DE ANFIELD Fue en 1963, en el pleno auge de la Beatlemanía en Reino Unido, cuando fue adoptada por los hinchas del Liverpool. El himno comenzó a ser entonado por los simpatizantes de los Reds minutos antes del silbatazo inicial de los partidos. Desde ese entonces, el cántico ha tomado vida propia dentro de la parcialidad de conjunto del norte de Inglaterra, siendo emblemática en sus grandes hazañas, tales como las vividas en Estambul y Roma, y, también, en sus tragedias, tales como Heysel y Hillsborough. Este cántico ha sido emblema en las cinco copas de Europa que ha ganado el Liverpool (1976-77, 1977-78, 1980-81, 1983-84, 2004-05). En 1971, la banda Pink Floyd incluyó el You'll Never Walk Alone al principio y al final de la canción Fearless, la tercera de cinco melodías que componen su álbum Meddle, sexto disco de la agrupación.
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