Justo el día en el que los futbolistas van a necesitar más respaldo si las cosas se tuercen por lo mucho que hay en juego, en Mestalla no se sabe qué va a pasar esta tarde con respecto a los miembros de la Grada Joven Mario Kempes. No es la primera vez que desde Curva Nord se anuncia un cese de la animación pero esta temporada se están acumulando los 'enfrentamientos' con el club por diversos puntos de vista hasta el punto de llegar ahora mismo a una situación poco menos que insostenible.
El Valencia ha tenido muchos presidentes a lo largo de su historia y aunque más de uno se propuso en su momento intentar acabar con los sectores más radicales, ningún dirigente ha afrontado con decisión y firmeza una profunda revisión del problema con todas las consecuencias que eso pueda provocar, tanto a corto como a medio plazo. Ahora, en cambio, se quiere transmitir cierta firmeza para poner fin a situaciones tan desagradables como la que ocurrió el jueves pasado en la Curva Nord, cuando determinados aficionados de este sector impidieron que otros seguidores de la Grada respaldaran al equipo en el encuentro contra el Arsenal.
Las palabras de Anil Murthy al respecto parecen ir un poco más allá de las posiciones que sus antecesores en el cargo han adoptado cada vez que se han dado situaciones tan comprometidas como ésta. El insistente anuncio de que el Valencia quiere acabar con los violentos y radicales tuvo esta misma semana el primer movimiento, cuando expulsó de por vida al socio que en el estadio del Arsenal efectuó el saludo nazi a los seguidores del equipo inglés. De los otros dos que participaron haciendo gestos racistas, desde la entidad de Mestalla se afirma que, al parecer, no son abonados y por lo tanto no se puede actuar.
Ahora, el foco está puesto en las amenazas que se produjeron durante el partido y de las que ya ha recibido constancia a través de diversos escritos el propio Valencia. La primera medida que se aplicará esta misma tarde será la de aumentar los efectivos de la seguridad privada en esa zona en cuestión. El club pretende evitar que se produzcan amenazas, aunque la división de criterios en Curva Nord queda ya bastante patente sin saber cómo se resolverá finalmente.
Murthy parece decidido, y así lo transmite, a convertirse en el presidente que vaya a terminar con sectores radicales. El hecho de que Curva Nord no sea una peña dificulta también la fórmula para cortar este tipo de confrontaciones.
De hecho, hace unos años Gol Gran y Yomus perdieron su condición de peñas al no estar al día de sus pagos a la Agrupación. La Agrupación las dio de baja y ya no han vuelto a formalizar su inscripción. Por su parte, Fede Sagreras, presidente de la Agrupación, prefiere no pronunciarse al respecto precisamente al no tratarse este colectivo de un peña pero sí admite haber recibido insultos y amenazas. «En el partido contra el Villarreal, en la misma puerta de Mestalla escuché amenazas e insultos, cosas que luego también he recibido en mi propio teléfono», dice, por eso tiene claro que lo mejor es que el Valencia «haga una limpieza profunda».
«Un verdadero valencianista anima al equipo y después del partido intenta solucionar los problemas que tiene. Es muy fácil ser aficionado del Valencia para una final de Copa pero no se puede consentir que porque no les den más o menos entradas, decidan dejar de animar como protesta», añade
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