La Curva Nord Mario Alberto Kempes regresa a Mestalla. Tras la protesta que dejó sin alma al estadio blanquinegro en el encuentro contra el Mallorca, la Grada Jove alcanzó ayer un principio de acuerdo con el Valencia, fruto del cual volverá a ocupar sus 1.300 butacas reservadas en el derbi ante el Levante. ¿Qué ha cambiado? En el encuentro frente al rival ciudadano y en los posteriores habrá un miembro del club junto a los aficionados más animosos. Su misión será supervisar cuanto ocurre hasta el final de los partidos. Y si existe algún exceso en materia de seguridad, como denuncia la Curva Nord, se le podrá transmitir las quejas al momento. Según uno de los portavoces de la Curva Nord, la presencia de una persona ajena tanto a la Grada Jove como a la policía y a la seguridad de Mestalla aporta una visión imparcial de los incidentes que puedan acontecer.
Este es uno de los puntos que reclamaba la grada de animación para volver al estadio tras el cese de actividades anunciado después del encuentro ante el PSG, que se tradujo en las butacas vacías del pasado domingo. Desde el viernes, tanto el club como los portavoces de la Curva Nord han mantenido constantes conversaciones y ayer llegaron a un acuerdo, aunque no se hará oficial hasta la reunión que mantendrán entre hoy y mañana, a la que esperan que asista, además de Jordi Bruixola, responsable de comunicación y relaciones externas del Valencia, el propio presidente de la entidad, Manuel Llorente.
La satisfacción de los miembros de la Grada Jove no es completa, ya que han visto satisfecha sólo una de sus reivindicaciones. Este grupo de aficionados insiste en que todavía se aprecia excesivo recelo en la seguridad del estadio cuando de ellos se trata. Y se sienten discriminados respecto a los aficionados visitantes ya que, por ejemplo, les «racionalizan» el acceso a los servicios.
Aunque todavía no están del todo contentos con el acuerdo conseguido, entienden que al ser el primer año en que Mestalla acoge una grada joven tanto ellos como el club deben mantener contacto constante para ir solucionando los problemas que surjan. El Valencia es sensible a sus peticiones porque quiere recuperarlos para que su zona en el estadio no vuelva a estar vacía y está abierto a sus peticiones, pero siempre dentro del respecto al operativo de seguridad.
La Curva Nord presenció el encuentro frente al Mallorca en la plaza del Valencia. Desde allí emitió cánticos en contra de Manuel Llorente. También lo hizo tras el partido, cuando sus miembros se desplazaron hasta la puerta cero del estadio. El club apunta, respecto a estos cánticos, que los propios aficionados se han dado cuenta de lo injusto de su reacción, ya que precisamente ha sido el actual presidente el que les ha dado la oportunidad de crear la grada joven de Mestalla por primera vez en la historia del club.
Ricardo Costa pide calor
La Curva Nord será recibida con los brazos abiertos tanto por parte del resto de la afición como de los futbolistas. Ayer Ricardo Costa, cuando todavía desconocía el acuerdo al que había llegado la Grada Jove con el club, pedía el regreso de los aficionados más animosos: «El domingo en el partido toda la gente, no sólo los jugadores, notó la falta de su apoyo, pero no sé qué está pasando. Se debe solucionar lo más rápido posible porque necesitamos su aliento. Mestalla tiene que ser una fortaleza y la Curva Nord nos ayuda mucho. Cuando nosotros sufrimos en el campo tenemos que sentir que los aficionados nos dan oxígeno». El defensa portugués fue el último en pronunciarse en este sentido, pero minutos después del partido muchos compañeros ya pedían la vuelta de estos aficionados. Entre ellos, Valverde o Soldado.
No es la primera vez que la Curva Nord muestra su disconformidad con el supuesto exceso de celo policial en Mestalla. Tras el encuentro de Champions ante el BATE Borisov ya convocó un plante que finalmente desconvocó. De momento ya organiza el viaje a Zaragoza.
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