Dieciséis personas fallecieron y veintidós resultaron heridas en el sur de Chile al caer por un precipicio un autobus en el que viajaban hinchas del O’Higgins en un accidente que enlutó al país austral y vuelve a poner sobre el tapete los problemas de seguridad de esos vehículos.
Según la lista que entregó el Gobierno, entre los fallecidos hay un menor de un año que al parecer es hijo del conductor del carro, de 38 años, y que también murió en el siniestro, y el resto de víctimas son jóvenes de entre 15 y 28 años, todos ellos hombres, excepto una mujer de 25. Los cuerpos fueron identificados en el Servicio Médico Legal de Concepción y entregados a los familiares.
Sus restos serán trasladados en avión a Santiago y desde allí a Rancagua, donde miles de personas se concentraron en la tarde el sábado en la plaza principal de la ciudad para rendirles homenaje. En tanto, algunos de los heridos han sido dados de alta mientras varios permanecen en estado muy grave en cuatro centros hospitalarios de la región.
El accidente se produjo en la madrugada del sábado en cercanías de la localidad de Tomé, a 470 kilómetros al sur de Santiago, cuando el vehículo se salió de la vía y cayó por una pendiente de unos 150 metros.
En el microbus viajaban unos cuarenta aficionados del O’Higgins de Rancagua, que en la noche del viernes presenciaron en Talcahuano la victoria de su equipo por 0-2 ante Huachipato, en el inicio de la tercera jornada del campeonato local.
En total fueron tres los autobuses con hinchas del O’Higgins que se habían desplazado a Talcahuano, pero, de regreso, un grupo de aficionados decidió no volver de inmediato a Rancagua para aprovechar la noche veraniega en las costas del Biobío. Por ello, algunos de los aficionados intercambiaron sus lugares en los vehículos. Eso, unido a que el autobús no llevaba una lista de pasajeros y a que muchos ocupantes no se conocían entre sí, dificultó determinar cuántos pasajeros iban en el vehículo n
"Horrible tragedia, nuestras sinceras condolencias a la gran familia celeste, fuerza a familiares de las víctimas".
Según la lista que entregó el Gobierno, entre los fallecidos hay un menor de un año que al parecer es hijo del conductor del carro, de 38 años, y que también murió en el siniestro, y el resto de víctimas son jóvenes de entre 15 y 28 años, todos ellos hombres, excepto una mujer de 25. Los cuerpos fueron identificados en el Servicio Médico Legal de Concepción y entregados a los familiares.
Sus restos serán trasladados en avión a Santiago y desde allí a Rancagua, donde miles de personas se concentraron en la tarde el sábado en la plaza principal de la ciudad para rendirles homenaje. En tanto, algunos de los heridos han sido dados de alta mientras varios permanecen en estado muy grave en cuatro centros hospitalarios de la región.
El accidente se produjo en la madrugada del sábado en cercanías de la localidad de Tomé, a 470 kilómetros al sur de Santiago, cuando el vehículo se salió de la vía y cayó por una pendiente de unos 150 metros.
En el microbus viajaban unos cuarenta aficionados del O’Higgins de Rancagua, que en la noche del viernes presenciaron en Talcahuano la victoria de su equipo por 0-2 ante Huachipato, en el inicio de la tercera jornada del campeonato local.
En total fueron tres los autobuses con hinchas del O’Higgins que se habían desplazado a Talcahuano, pero, de regreso, un grupo de aficionados decidió no volver de inmediato a Rancagua para aprovechar la noche veraniega en las costas del Biobío. Por ello, algunos de los aficionados intercambiaron sus lugares en los vehículos. Eso, unido a que el autobús no llevaba una lista de pasajeros y a que muchos ocupantes no se conocían entre sí, dificultó determinar cuántos pasajeros iban en el vehículo n
"Horrible tragedia, nuestras sinceras condolencias a la gran familia celeste, fuerza a familiares de las víctimas".
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