Se repite la misma historia. El juzgado de lo Penal número 1 de Gijón ha archivado la causa por la batalla campal que tuvo lugar el 13 de diciembre de 2009 entre ultras del Sporting y del Sevilla F. C. en el barrio de La Arena. Hubo una treintena de detenidos y 18 heridos de gravedad. El fallo judicial considera que no queda suficientemente probado que los arrestados hayan participado en la trifulca. Igual razonamiento con el que el mismo juez, Lino Mayo, argumentó el sobreseimiento de la brutal pelea que enfrentó a las hinchadas del Sporting y del Génova en agosto de 2011. En ambos casos, la mayoría de los arrestos se practicaron en el mismo lugar de los hechos y el respaldo de la investigación se completó con imágenes de las peleas y de los involucrados.
La fiscalía del área de Gijón presentó meses atrás un informe ante el juzgado de Instrucción solicitando el sobreseimiento, al que se añadió la otra parte presentada, el Ayuntamiento de Gijón, por los numerosos desperfectos ocasionados por la trifulca entre ambas hinchadas.
El magistrado considera que «no existen motivos suficientes para atribuir la perpetración de tales infracciones a persona o personas determinadas, pues por un lado los lesionados (la mayoría seguidores del FC Sevilla) no identificaron a sus agresores; ni tampoco lo hicieron los perjudicados», entre los que se encuentran numerosos hosteleros y propietarios de vehículos que sufrieron la rotura de cristales. «Tampoco es posible realizar las identificaciones a través de las grabaciones recogidas de las cámaras de seguridad», añade.
La fiscalía se pronuncia en el mismo sentido que el magistrado, explicando de forma tajante en el auto que «la imputación de una agresión o un daño concreto no cabe atribuirla a una persona por el mero hecho de haber sido identificado en el lugar, por pertenecer o estar vinculado al grupo Ultra Boys o constar en los archivos policiales por altercados similares o por haber comprado el día anterior bengalas o palos, incluso haber sido trasladado a un centro sanitario para ser asistido de las lesiones sufridas, ya que ello únicamente determinaría su condición de perjudicado o, como mucho, su presencia en el lugar en la fecha y la hora en la que tuvieron lugar los hechos».
Es un nuevo varapalo al Cuerpo Nacional de Policía, que ya el pasado mes de octubre vio cómo el mismo juez daba al traste con las investigaciones llevadas a cabo en torno a la trifulca entre los radicales del Sporting y el Génova en el parque del 'Kilometrín' momentos antes de que se celebrase un partido amistoso.
Violentos impunes
Con el nuevo auto del juez Lino Rubio Mayo quedan impunes y sin juzgar los participantes en las dos trifulcas más violentas de las ocurridas en la ciudad en la última década y que en ambos casos estuvieron relacionadas con radicales del fútbol. La Comisión Antiviolencia había propuesto para sanción a un total de 67 aficionados por la trifulca del barrio de La Arena. Cada uno de los implicados fue multado con 60.001 euros por lo que el órgano de control dependiente del Ministerio del Interior consideró una infracción «muy grave». En total, más de 4 millones de euros, es decir, la más alta cuantía impuesta los clubes españoles de fútbol por incidencias en los últimos siete años.
El Cuerpo Nacional de Policía estimó que en el ataque pudieron participar unas cien personas, armadas con bengalas, palos, paraguas, pinchos, botellas rotas y tornillos. Las fuerzas de seguridad no tenían constancia del desplazamiento de los radicales sevillistas, que viajaron en furgonetas alquiladas. Hubo 18 heridos, varios de ellos viandantes que se cruzaron en su camino. Las hinchadas se juntaron en el barrio de La Arena, supuestamente tras retarse y citarse por teléfono móvil.
Se produjo entonces la batalla campal. Lunas rotas, escaparates fracturados, mobiliario urbano destrozado... Solo la rápida intervención de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía puso freno a la desmedida violencia ocurrida en plena calle a mitad de una tarde de domingo. La mayoría de las detenciones tuvo lugar en el mismo lugar de los hechos y a muchos de los supuestos implicados se les llegó incluso a ocupar material que presuntamente habían utilizado como arma.
Las pruebas no parecen ser suficientes. Lo mismo que ocurrió en la intervención por la policía con las dos hinchadas radicales del Sporting y del Génova, presenciado incluso por numerosos menores que acudían con sus padres al partido.
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