La violencia de sus ultras amenaza con llevar al AEK de Atenas a la Segunda División del fútbol griego, ya que se espera que los disturbios del domingo conlleven duras sanciones para el club capitalino.
Según aseguran este lunes los medios locales, la decisión del comité disciplinario de la Federación Griega de Fútbol se espera para los próximos días y podría acarrear la retidad de puntos, lo que condenaría al AEK a descender por primera vez en su historia de la Superliga.
«El águila (el escudo del AEK) muere en el estadio olímpico», escribió el diario Eleftherotypia. El club fue «asesinado» por sus propios hooligans, comentó el Sportday. Para el deportivo Goalnews, el «AEK ha caído».
El partido del domingo fue interrumpido en el minuto 87 con el resultado de 1-0 a favor del Panthrakikos Komotini, porque centenares del seguidores del AEK irrumpieron en el terreno de juego del estadio olímpico de Atenas.
El entrenador y los jugadores se refugiaron a toda prisa en los vestuarios. El árbitro suspendió el partido.
Con el descuento de un punto, el equipo ateniense, agobiado por las deudas económicas, no podría salvarse del descenso a una jornada del final del campeonato. El club se halla dos puntos por debajo de la línea que marca la salvación.
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