La violencia ha vuelto a acaparar los titulares de la prensa del Reino Unido. Los hechos acaecidos en Wembley y en St. James' Park este fin de semana han demostrado que el 'hooliganismo' no está tan erradicado como las autoridades pensaban tras las medidas de seguridad adoptadas en los últimos años en la Premier League.
Mal recuerdo de Wembley
Los aficionados del modesto Millwall esperaban un desplazamiento plácido a Wembley para disfrutar de la semifinal de su equipo en la FA Cup, donde cayeron derrotados ante el Wigan de Roberto Martínez, un equipo de superior categoría.
Sin embargo, lejos de ser protagonista lo acaecido sobre el césped, las gradas del emblemático estadio londinense mostraron duras imágenes de los aficionados 'lions' peleándose entre ellos, lo que conllevó la detención de once hinchas por las fuerzas de seguridad.
La directiva del Millwall, un club asociado en el pasado con el "hooliganismo", anunció que se vetará la entrada al campo a cualquier aficionado responsable de actos de violencia, a los que el presidente del club, John Berylson, calificó como "unos pocos idiotas".
El entrenador del Wigan, el español Roberto Martínez, indicó por su parte que se trata de "una minoría" que perjudica a los que pudieron disfrutar de un buen partido.
Derbi negro en las orillas del Tyne
La violencia del sábado en la capital inglesa no fue un hecho puntual, sino que se extendió al norte, donde el Newcastle y el Sunderland disputaban un tenso derbi del Tyne, en el que la permanencia en la Premier League estaba en juego. Los 'black cats', al mando de Paolo di Canio, se impusieron por un contundente 0-3 a domicilio, lo que desató la ira de los aficionados 'magpies', que causaron el caos en la salida del estadio.
Algunos seguidores del Newcastle lanzaron proyectiles a los agentes que trataban de mantener el orden al término del encuentro en la estación de tren de esa localidad del norte de Inglaterra, dejando como resultado tres agentes heridos.
Nefasto aniversario de Hillsborough
Estos episodios violentos coincidieron en el tiempo con el aniversario de la tragedia de Hillsborough en 1986, en la que fallecieron 96 aficionados del Liverpool tras una avalancha, lo que obligó a la primera ministra, la recientemente fallecida Margaret Thatcher, a elaborar la 'Football Spectators Act', una ley dedicada a erradicar el 'hooliganismo' de los campos ingleses.
27 años después de aquella tragedia que golpeó de lleno al Liverpool y conmocionó al resto del fútbol inglés, los hechos acaecidos en Londres y Newcastle no parecen indicar que el 'hooliganismo' haya deasparecido al 100% en la Premier League.
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