«Pertenecer o ser afín a un colectivo, en este caso a Ultra Boys, no es suficiente para demostrar unos hechos y para atribuir una responsabilidad penal, tal y como ha quedado demostrado». Guillermo Calvo, el abogado que representaba a trece miembros de Ultra Boys en el procedimiento abierto por la pelea entre aficionados del Sporting y del Sevilla en diciembre de 2009, se muestra «satisfecho» por la decisión de la titular del juzgado de Instrucción número 1 de Gijón de archivar la causa al considerar que «no existen motivos suficientes para atribuir la perpetración de los hechos» a las personas detenidas.
En total, el Cuerpo Nacional de Policía practicó 31 arrestos. Hubo además 18 personas heridas en la batalla campal que enfrentó a las dos hinchadas en el barrio de La Arena antes de un partido.
La fiscalía del área de Gijón solicitó al juzgado de Instrucción número 1 el sobreseimiento de la causa razonando que «la imputación de una agresión o un daño concreto no cabe atribuirla a una persona por el mero hecho de haber sido identificado en el lugar, por pertenecer o estar vinculado al grupo Ultra Boys o constar en los archivos policiales por altercados similares o por haber comprado el día anterior bengalas o palos, incluso haber sido trasladado a un centro sanitario para ser asistido de las lesiones sufridas, ya que ello únicamente determinaría su condición de perjudicado o, como mucho, su presencia en el lugar en la fecha y la hora en la que tuvieron lugar los hechos». El fallo judicial es firme ya que no se ha presentado recurso alguno.
Se trata del mismo juzgado que el pasado mes de octubre archivó la brutal pelea que tuvo lugar en el parque del 'Kilometrín' entre hinchas radicales del Sporting y del Génova. En aquella ocasión, también se debió a que las identificaciones de la veintena de arrestados «no se llevó a cabo correctamente». Así pues, las dos peleas más multitudinarias y violentas ocurridas en Gijón quedan impunes.
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