Tienden muchos alemanes a simplificar la vida en datos. Ya saben: tanto ganas y tanto pierdes. La operación es sencilla y el resultado, certero. Pocos se atreven a contradecir lo que dicen los números. Si éstos son buenos, no hay nada que hablar. Las cifras mandan sobre todo lo demás. Es su forma de actuar, ni buena ni mala, simplemente, diferente, efectiva. Una fórmula aplicable a todos los ámbitos de la vida y también al fútbol, con el Bayern como ejemplo práctico de gestión económica y deportiva. Así lo corroboran algunos de los anuncios que se han hecho oficiales en las últimas semanas.
El primero, a cargo del responsable de comunicación de la entidad, Markus Hörwick, que el pasado siete de febrero confirmaba que el conjunto bávaro había colgado el cartel de no hay entradas en los 255 últimos partidos que había disputado en la Bundesliga incluyendo los encuentros como visitante y local.
La segunda buena nueva ha llegado esta semana. La compañía aseguradora Allianz, que en su momento llegó a un acuerdo para patrocinar el estadio hasta 2041, se ha convertido en el tercer mayor accionista del club por detrás de Audi y Adidas tras hacerse con el 8'3% de las acciones por 110 millones de euros. Este dinero lo utilizará la entidad bávara para terminar de pagar el recinto deportivo y acabar con su deuda.
22 euros de media
Este tipo de acuerdos, convierten al Bayern en un espejo para muchos clubes de fútbol de Europa, también cuando se habla de aficionados. Las imágenes del Allianz, lleno hasta la bandera cualquier día de partido, contrastan, a menudo, con las de lo estadios de la Liga BBVA o de la Serie A, donde no es raro ver asientos vacíos cada fin de semana. Quizá la prueba más evidente la ofreció el partido de semifinales de Copa del Rey entre el Barcelona y la Real Sociedad, en el que apenas se congregaron 35.000 personas en las gradas del Camp Nou.
El éxito del Bayern se debe en parte a los precios de las entradas y a una política muy estricta de asistencia. La entidad puede retirar el pase anual a cualquiera de sus 38.000 abonados si éstos no acuden como mínimo a ocho partidos. En cuanto a los precios, rondan entre los 15 y 70 euros, dependiendo de la zona del campo. Mientras que en la Bundesliga las entradas cuestan de media 22 euros.
No obstante, estos buenos datos no son más que una ampliación de los últimos que ha publicado la propia competición. En la temporada 2012/2013 la Bundesliga fue la que más gente congregó en los estadios por partido (41.914), seguida de la Premier League (35.000), la Liga (28.000) y la Serie A (23.000). En total, vieron la competición en directo más de 12.825.813 personas la pasada campaña en la primera división alemana, mientras que en España fueron 9.676.244.
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