La junta directiva del FC Barcelona optó por rectificar su reacción inicial y no recurrir la multa de 30.000 euros por las estelades en la final de Berlín a cambio de abrir un diálogo con la UEFA con la esperanza de convencer al organismo de que son un símbolo legítimo y un derecho del aficionado, según varias fuentes de la junta directiva del FC Barcelona. También fue decisivo el consejo de los servicios jurídicos: la vía del recurso conducía a un batacazo y abría una espiral de sanciones, sin descartar incluso el cierre del estadio.
"Muchos socios nos han criticado pero es precisamente para garantizar su derecho a seguir exhibiendo estelades por lo que hemos optado por la vía negociadora", aduce una fuente de la directiva. La UEFA se avino a escuchar al club a cambio de no abrir un frente judicial cuyas posibilidades de éxito, por otra parte, "eran nulas", según fuentes jurídicas del club. El diálogo se abrirá la semana próxima aprovechando la final de la Supercopa de Europa, el martes en Tiflis.
El club confía en sus argumentos: la tradición de las estelades en partidos del Barça, su simbolismo no ofensivo -equiparable al de otras banderas nacionales- y el derecho del aficionado a exhibir la que considera su bandera.Y tiene la percepción de que la UEFA no quiere abrir un frente sino cerrarlo pronto.
Frente a la confianza del club en la vía "diplomática", la junta directiva es consciente de que la denuncia fue instigada y no precisamente por estamentos deportivos españoles sino estatales. Es decir, un enemigo que no es pequeño. "Precisamente lo que les hubiera gustado es que recurriéramos, perdiéramos el recurso y se abriera la espiral de la confrontación con la UEFA y las sanciones. Hubiera sido muy fácil...pero lo valiente es lo que hacemos", aduce una fuente jurídica.
La sanción no emana del informe del delegado de la UEFA para la final -quien elogió el comportamiento de las dos aficiones- sino de la denuncia presentada días más tarde por una delegada de Ucrania, país con una región secesionista (Crimea) y donde la señal de televisión de la final -la europea, diferente a la española y la catalana- no recogió en ningún momento el fondo de los aficionados con las estelades.
Mientras que el club apurará los recursos legales en cuanto a la sanción por los pitos al himno español en la final de la Copa del Rey, ha preferido la vía negociadora con la UEFA. "Hay una razón muy simple. La legislación española es más laxa que la europea y por eso nunca hemos sido sancionado por las estelades en partidos de Liga", señala una fuente de la junta. La cuantía de la sanción europea "invitaba" también a la calma: 30.000 euros son nada en una competición donde todo está muy pautado y salir al campo en la segunda parte con dos minutos de retraso es sancionable con 200.000 euros.
¿Y si falla la vía diplomática? "Entonces sí que presentaremos recurso", señala una fuente de la junta directiva.
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