Durante dos horas, el viejo Vallecas se convirtió en un pequeño Atotxa con en torno a 1.000 seguidores realistas en sus gradas que no cesaron de animar a su equipo. Sus cánticos, además, tuvieron especial resonancia puesto que la parroquia local sigue en huelga de decibelios caídos, como protesta en contra de la directiva. Vallecas fue ‘un pequeño Atotxa’ asimismo porque los seguidores realistas estuvieron como en casa. Acudieron en familia, con muchos niños, aprovechando el horario matinal, y luciendo con orgullo sus bufandas, camisetas y gorros (ayer necesarios) de la Real, algo que supone una temeridad en otros campos de la capital.
Desde media mañana ya se vieron camisetas txuri urdin pululando por las tabernas de la Avenida de la Albufera, donde la hinchada realista trasegaba cerveza matinal, muy bien tirada en Madrid, en perfecta armonía con los seguidores locales. Había varios grupos mixtos, de fans de ambas escuadras, e incluso entonaron algunas proclamas comunes, tanto dentro como fuera del campo. Eso sí, en cada esquina, en cada entrada del metro, en cada acceso al campo, en todas las calles adyacentes había nutrida presencia policial. Como es habitual en estos pagos, algunos agentes velaban por el orden a lomos de caballos. El nivel 4 de alerta por atentados sigue vigente desde la matanza de París.
La Real gestionó 500 entradas desde Donostia para los aficionados realistas, fundamentalmente para las peñas, pero otros tantos adquirieron sus tickets en Madrid. Por lo tanto, en torno a un 10% de los 10.756 aficionados que se dieron cita ayer a mediodía en el campo de la Avenida del Payaso Fofó eran realistas. Y fueron los que más se hicieron notar. Protagonizaron un gran momento cuando, antes del partido, gritaron: ‘¡Rayo, Rayo!’, algo muy difícil de ver en otros escenarios. El cántico en recuerdo de Aitor Zabaleta también fue compartido. Las colas en torno a las taquillas se sucedieron desde una hora antes del encuentro y eso que a última hora sólo quedaban localidades de 55 euros. El grueso de los aficionados realistas las adquirió a 40 euros, pero también funcionó mucho la reventa. El partido fue abierto y descarnado desde el inicio y los seguidores realistas ayudaron a que su equipo igualara la ventaja del en dos ocasiones. Incluso en el descuento, con el 2-2 definitivo, se desgañitó con el ‘Jotake, irabazi arte’, para empujar hacia el tercero, que no llegó
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