La derrota vergonzosa en Palamós enfadó mucho a la afición. Unas 150 personas esperaban en la madrugada del domingo en La Romareda la llegada del autobús del equipo para mostrar su enfado.
Pero estos aficionados no llegaron a ver a los jugadores. Sobre las 4.00, el autobús se desvió y en vez de ir a La Romareda se dirigió a la cooperativa del taxi, en Gómez Laguna, según ha podido saber este periódico.
Desde allí, los jugadores fueron a sus domicilios en taxis o vehículos de familiares y amigos. Varios jugadores que viven en la zona de La Romareda volvieron a casa en vehículos policiales.
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