Un centenar de aficionados del Deportivo, según fuentes de la Policía Nacional, han agredido sobre las dos de la tarde a los aficionados del Real Zaragoza --entre 20 y 30-- que se encontraban en el bar El Pescador, en el centro de A Coruña.
La intervención de las fuerzas del orden, tanto Policía Local como Nacional, disuadió mayores enfrentamientos. Sin embargo, se produjo algún choque en el que los radicales atacaron con bates y barras de hierro.
Como consecuencia de ellos, tres zaragocistas necesitaron asistencia médica, una de las cuales requirió de hospitalización al necesitar puntos de sutura (uno de ellos sufrió un ataque de ansiedad). Según el gerente del local, que no fue testigo directo de los hechos pero tuvo constancia de ellos posteriormente, los seguidores del Zaragoza estaban "tranquilamente" bebiendo y tomando tapas cuando se presentaron los aficionados del Deportivo al parecer "con bates y tuberías" y, en el enfrentamiento, destrozaron la entrada del local.
"Parece que venían encapuchados, rompieron un proyector, lámparas, mesas, sillas... Hasta trajeron bengalas. Menos mal que no fue a más, que solo fueron unos instantes y que solo hubo dos heridos", apuntó.
Es la primera vez que este bar sufre incidentes entre aficionados: "No suele parar mucha gente del fútbol porque de aquí al estadio hay unos quinientos metros", apuntó el gerente.
La intervención de las fuerzas del orden, tanto Policía Local como Nacional, disuadió mayores enfrentamientos. Sin embargo, se produjo algún choque en el que los radicales atacaron con bates y barras de hierro.
Como consecuencia de ellos, tres zaragocistas necesitaron asistencia médica, una de las cuales requirió de hospitalización al necesitar puntos de sutura (uno de ellos sufrió un ataque de ansiedad). Según el gerente del local, que no fue testigo directo de los hechos pero tuvo constancia de ellos posteriormente, los seguidores del Zaragoza estaban "tranquilamente" bebiendo y tomando tapas cuando se presentaron los aficionados del Deportivo al parecer "con bates y tuberías" y, en el enfrentamiento, destrozaron la entrada del local.
"Parece que venían encapuchados, rompieron un proyector, lámparas, mesas, sillas... Hasta trajeron bengalas. Menos mal que no fue a más, que solo fueron unos instantes y que solo hubo dos heridos", apuntó.
Es la primera vez que este bar sufre incidentes entre aficionados: "No suele parar mucha gente del fútbol porque de aquí al estadio hay unos quinientos metros", apuntó el gerente.
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