El saldo de más de 200 detenidos y 88 heridos, producto de graves incidentes ocurridos durante el traslado de la hinchada de Quilmes a Lanús, debería persuadir otra vez a las autoridades de la AFA a revisar la medida que permite la concurrencia de público visitante a los estadios.
Unas 207 personas fueron detenidas como producto de diferentes refriegas que protagonizó la caravana de hinchas de Quilmes que iba con rumbo a Lanús, a ver el clásico correspondiente a la séptima fecha del Torneo Final.
A cada incidente le corresponde un relato, ya que hubo escaramuzas en el Puente Pueyrredón, en la zona de los siete puentes de Avellaneda y en inmediaciones del estadio de Lanús.
Los enfrentamientos fueron entre los hinchas y su custodia, así como en pedreas que se registraron en Avellaneda, con elementos dispersos identificados con el Club Atlético Independiente y ya en Lanús, con fanáticos del conjunto granate.
Además de los 207 detenidos, 67 personas fueron impactadas, un herido estaría grave y siete de ellos son uniformados, confirmó la Departamental de Lomas de Zamora.
Los hinchas de Quilmes se trasladaban en una caravana, compuesta por unos doce ómnibus y seguidos por autos y motos.
El trayecto fue por la autopista Buenos Aires-La Plata y un retome por el puente Pueyrredón hacia la cancha de Lanús, trayecto por donde se produjeron todos los problemas.
La policía necesitó refuerzos y los detenidos fueron distribuidos fundamentalmente en las comisarías de Avellaneda.
Recientemente la AFA trató este problema y concluyó que el público visitante puede continuar concurriendo a los estadios, con penas para los clubes cuyos simpatizantes provoquen problemas dentro de los mismos.
De todas maneras, no siempre los traslados de los visitantes monopolizan la violencia, debido a que abundan los enrentamientos internos en las hinchadas.
El último fin de semana, además de peleas entre parciales de River y Vélez, también se balearon entre sí los "millonarios".
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