Recta final. Las obras de construcción de la segunda fase del campo de San Mamés afrontan el último tramo con el objetivo de llegar a tiempo para el estreno del Athletic en la Champions, por lo que la sociedad propietaria se vuelca en no dejar nada a la improvisación en estas diez semanas decisivas, tras las cuales la Tribuna Sur debe estar en condiciones para el próximo 19 o 27 de agosto, cuando tenga lugar el partido de la previa que deberá disputar el conjunto rojiblanco en Bilbao.
Los cinco socios de San Mames Barria se han metido entre ceja y ceja una obsesión. Se trata del tema de seguridad, al que tan sensible es la UEFA. No en vano, la prueba del algodón llega en una cita enorme, la primera en la que la afición visitante tendrá su particular espacio en La Catedral, que ha vivido una temporada de exclusividad casera debido a su operatividad reducida, con una capacidad de 36.000 localidades, la relativa a la masa social del Athletic.
Las gradas de la nueva Tribuna Sur están ya levantadas y solo restan acondicionarlas con las respectivas butacas, que serán colocadas en breves fechas. De esos nuevos 17.000 asientos, 2.650, correspondientes al 5% del total que requiere la UEFA, deberán ser reservadas para los aficionados del conjunto que se enfrente a los de Ernesto Valverde en la eliminatoria previa, y que serán ubicados en el córner sureste, el comprendido a la altura de la intersección de las calles Felipe Serrate y Luis Briñas.
VARIAS OPCIONES
La UTE adjudicataria de las obras ha comenzado a realizar diferentes pruebas con la finalidad de encontrar el sistema idóneo para blindar el aislamiento de los aficionados visitantes en un partido que puede ser tremendo, sobe todo si se trata del duelo de vuelta y en el que el Athletic se juegue el billete a la fase de grupos ante su gente. Se manejan varias opciones, desde la instalación de una especie de mampara, a una estructura semejante a una valla, aunque no será hasta mediados de julio cuando previsiblemente se visualice la opción elegida.
La preocupación se centra en no fallar en ese primer examen de Champions, especialmente cuando se espera que viajen a Bilbao más de los 2.650 aficionados visitantes que tengan entrada reservada, cuando enfrente, siempre que se cumpla la lógica, el Athletic tendrá como rival al Arsenal, Bayer Leverkusen, Nápoles, Oporto o Zenit, cinco clubes con una gran masa social por detrás, como ocurre en el caso de los rojiblancos, que también se desplazarán en una cifra muy importante a uno de esos destinos.
Por otra parte, las obras de la segunda fase en el nuevo campo siguen a buen ritmo. La climatología también acompaña, lo que ha permitido cumplir los plazos en la instalación de las cerchas que restan para conectar el soporte de la cubierta con la Tribuna Este, función que concluirá a lo largo de esta semana y cuyos trabajos han reunido en las últimas semanas a un buen número de personas, expectantes con los pormenores de una instalación compleja.
El siguiente paso radicará en la colocación de la parte restante de la cubierta, en lo que supone el último trabajo de alta ingeniería al que debe hacer frente la dirección del proyecto de San Mamés y que ha tomado nota de los problemas que aparecieron en el actual tejado, en el que se produjeron filtraciones de agua que obligaron al club a reclamar correcciones. Unos contratiempos que se esperan no vuelvan a suceder con la totalidad de la cubierta habilitada.
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