Harto de los gritos de un aficionado desde las gradas, el portero del Kinstonian decidió pasar a la acción. Esperó a que terminara el partido y, cuando sonó el pitido final, decidió pasar manos a la obra. Se dirigió a la grada para solucionar sus discrepancias con determinado aficionado.
A puñetazo limpio. Lo que provocó, ante la atónita mirada de algún otro jugador, fue el caos y una macropelea, mientras aficionados, jugadores y empleados del estadio intentaba separar a ambos. El suceso ha ocurrido en el partido Kingstonian - Bognor Regis, que no es de liga. La policía acudió al lugar y está investigando los hechos. Según algunos aficionados en Twitter, la disputa comenzó por parte del aficionado, que debió de pegar un puñetazo en la cara al portero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario