En plena noche, arrojaron bombas de estruendo a los fines de impedir el normal descanso de los dirigidos por Carlos Ischia. Se vivieron momentos de tensión
Unas poderosas bombas de estruendo estallaron cada media hora durante toda la noche, a pocos metros del hotel Ouro Minas, donde se aloja el plantel de Boca. Mientras, una camioneta con enormes parlantes emitía música a alto volumen.El plantel xeneize había sido recibido con muestras de cordialidad en el aeropuerto Confins, sobre todo por parte de hinchas del Mineiro, rival eterno del Cruzeiro, y durante la cena, en un piano bar ubicado en el lobby del hotel , un pianista ejecutó musica de tango, entre ellos los conocidos "Caminito", "Cambalache" y "La Comparsita". También, según supo Télam, los directivos de Boca Juniors fueron invitados a cenar por sus pares del Cruzeiro, en un coqueto restaurante de esta ciudad, en retribución a las gentilezas tenidas por el club argentino la semana pasada en Buenos Aires.
Unas poderosas bombas de estruendo estallaron cada media hora durante toda la noche, a pocos metros del hotel Ouro Minas, donde se aloja el plantel de Boca. Mientras, una camioneta con enormes parlantes emitía música a alto volumen.El plantel xeneize había sido recibido con muestras de cordialidad en el aeropuerto Confins, sobre todo por parte de hinchas del Mineiro, rival eterno del Cruzeiro, y durante la cena, en un piano bar ubicado en el lobby del hotel , un pianista ejecutó musica de tango, entre ellos los conocidos "Caminito", "Cambalache" y "La Comparsita". También, según supo Télam, los directivos de Boca Juniors fueron invitados a cenar por sus pares del Cruzeiro, en un coqueto restaurante de esta ciudad, en retribución a las gentilezas tenidas por el club argentino la semana pasada en Buenos Aires.
La llegadaEl plantel de Boca fue del aeropuerto de Confins directamente a realizar el reconocimiento del Mineirao antes de alojarse en la tranquilidad de su búnker en el Ouro Minas, para esperar el desquite ante el Cruzeiro, por un boleto a los cuartos de final de la Copa Libertadores.Boca voló a Brasil en un charter y el aprovechamiento del tiempo fue inteligentemente calculado, porque primero se le dio un vistazo a un Mineirao en silencio, pero que esta noche será abordado por más de 69 mil enfervorizadas almas.El campeón de América tiene al talentoso Juan Román Riquelme y al polifuncional Claudio Morel Rodríguez con problemas físicos, pero el armador jugará seguro y el tema del paraguayo se terminará de definir esta tarde.Lo de Riquelme es una fatiga muscular, pero lo de Morel requiere mayor atención, porquees un esguince de rodilla. Tanto el Diez como el ex San Lorenzo se movieron sin advertir dificultades, pero el entrenador Carlos Ischia hablará con ellos para resolver si los pondrá de entrada.El ánimo, diez puntosEn el grupo todo es optimismo, porque el ánimo ya era muy bueno y llegó a sobresaliente tras el triunfo del domingo último en el Superclásico, en el marco del torneo Clausura.
Unos 20 minutos tardó luego la delegación boquense para llegar al hotel, el que fue elegido porque queda cerca de la estación aérea, pero alejado del centro de la ciudad.La tranquilidad es tal que sólo dos policías militares hacen guardia en la puerta del Ouro Minas para ocuparse de la seguridad de los argentinos.Esa calma los brasileños apuestan se pierda a la hora del partido en el Mineirao y tanto el delantero boliviano Marcelo Moreno como sus compañeros y los integrantes del cuerpo técnico del Cruzeiro resaltaron que el respaldo de la hinchada será fundamental para pelear por un lugar en la próxima ronda.Se descuenta que el gigantesco escenario estará colmado, porque sobran los fervorozos simpatizantes que desde el primer día de venta de localidades trataron de conseguir las populares o las plateas preferenciales.Boca se impuso en el juego de ida 2-1 hace una semana en la Bombonera, pero tras la revancha en el Mineirao en los cuartos de final sólo habrá lugar para uno entre estos dos grandes del continente.
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