Aficionados agresivos los hay en todas partes, y en esta ocasión la imagen negativa del deporte se vio en la tercera división inglesa. Un joven aficionado de Gillingham agredió al portero del Wycombe en los últimos minutos del partido liguero.
El portero visitante, Jordan Archer, utilizó la vieja artimaña del fútbol de perder tiempo y recibió una tarjeta amarilla en un saque de puerta, cuando un joven saltó de la grada al terreno de juego y se abalanzó sobre él, llegando incluso a tirarle al césped.
La seguridad del estadio corrío rápidamente hacia el joven, pero no pudo evitar la agresión, mientras el portero de 19 años contenía los nerviós y miraba de reojo por encima a su agresor, de 17.
"No estamos contentos de que un aficionado se comporte de esa manera. Es una locura", dijo Martin Allen, entrenador del Gillingham a un periódico del Reino Unido. "Cuando se despierte por la mañana va a estar sorprendido, dolido y decepcionado de sí mismo."
"Algunas personas dan mala fama al resto de los aficionados de Gillingham", dijo Gareth Ainsworth, entrenador del Wycombe a Sky Sports 1. "No quiero comentar demasiado".
"No estamos contentos de que un aficionado se comporte de esa manera. Es una locura", dijo Martin Allen, entrenador del Gillingham a un periódico del Reino Unido. "Cuando se despierte por la mañana va a estar sorprendido, dolido y decepcionado de sí mismo."
"Algunas personas dan mala fama al resto de los aficionados de Gillingham", dijo Gareth Ainsworth, entrenador del Wycombe a Sky Sports 1. "No quiero comentar demasiado".
El joven espontáneo fue detenido posteriormente por la Policía de Kent. El incidente se produjo en el minuto 93 de lo que finalmente sería un 1-0 League Two victoria para Wycombe en Gillingham.
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