
En el partido disputado en la localidad de Yaroslavl, los aficionados del Spartak lanzaron bengalas y botes de humo antes del pitido inicial y durante la primera parte. La situación empeoró tras el descanso, cuando los aficionados visitantes se enfrentaron a la policía antidisturbios, arrancando asientos y lanzándolos al terreno de juego.
"Creemos que fue una acción planeada. No tenemos quejas con los aficionados del Shinnik, todas las provocaciones llegaron de aficionados del Spartak. Después del partido detuvimos a 78 personas", explicó el gobernador de la región, Nikolay Trifonov.
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