El 23 de marzo de 2012 un grupo neonazi conocido como CUSOS y vinculado a las corrientes ultras del Espanyol y el Real Madrid dejaron al borde de la muerte a un joven a las puertas de la sala de conciertos Stroika de Manresa. Más de dos años después las palizas vinculadas al mismo caso han vuelto.
Los Mossos d'Esquadra han detenido en Tarragona y Terrassa a cuatro miembros del mismo grupo a los que acusan de extorsionar, mediante golpes y amenazas, a un vecino de Tarragona. Así pretendían recaudar dinero, precisamente, para pagar la defensa de los diez CUSOS de los 17 que fueron arrestados en 2012 que continúan encarcelados.
La víctima habría llegado a pagar 2.500 euros de los más de 5.000 que le reclamaban tras recibir no sólo amenazas verbales, sino también ver cómo estas se cumplían. Así, en una de las ocasiones fue hospitalizado con el tímpano roto. Una herida que, aunque él rechazó denunciar, sí fue advertida por los servicios médicos a los Mossos.
Los seguimientos a los que sometieron a los cuatro detenidos fueron los que precipitaron el 8 de julio las detenciones. La Unidad Central de Secuestros detectó que éstos habían decidido incrementar la presión sobre la víctima, a la cual pretendían secuestrar.
El dinero que lograron recaudar fue utilizado para pagar tanto a abogados de los ya encarcelados como parte de la indemnización a la víctima del caso Stroika.
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