El Manchester City sub-21 decidió retirarse de un partido amistoso contra el HNK Rijeka croata, en el país balcánico, después de que su jugador Seko Fofana, francés de 19 años, sufriese insultos racistas por parte de jugadores rivales. Patrick Vieira, exjugador galo y entrenador del equipo inglés, tomó la decisión de sacar a sus jugadores del terreno de juego tras la expulsión de Fofana después de golpear a su agresor.
Manuel Pellegrini, técnico del primer equipo, aseguró "no saber demasiado" del caso, pero aclaró que si "Vieira decidió que era lo correcto suspender el partido, entonces hizo lo que debía hacer. Es imposible jugar cuando este tipo de cosas ocurren".
Por su parte, el equipo croata negó cualquier tipo de insultos hacia Fofana en un comunicado, afirmando que no comprenden la decisión tomada. "Vieira entró en el campo, charló con el árbitro y, para sorpresa de todos, se llevó a su equipo. ¿Por qué? Solo él lo sabe", afirman.
Este caso recuerda a otro tipo de escándalos racistas en el fútbol, tanto en partidos amistosos como oficiales. No es la primera vez que le sucede al equipo inglés, ya que la temporada pasada en la Champions League, el mediocentro marfileño Yaya Touré sufrió insultos de parte de la afición del CSKA de Moscú. El castigo, el cierre parcial del estadio moscovita. El propio City volvió a ser el objetivo de cánticos racistas, esta vez en Madrid, en un partido de la UEFA Youth League contra el Atlético de Madrid, cuando ultras del equipo madrileño insultaron al jugador Devant Cole. El club rojiblanco fue multado con 10.000 euros.
Por su parte, la plantilla del Milan al completo se retiró del campo el año pasado durante un partido de preparación, ante el Pro Patria italiano, tras insultos de la afición contraria a Kevin Prince Boateng.
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