El verano futbolístico español tiene sus costumbres: los amistosos, las millonadas que se gasta el Real Madrid, las nuevas camisetas (feas) de los equipos... y la campaña de abonados. Cada año, los departamentos de marketing de los clubes se estrujan la cabeza para vender lo mismo que el año anterior, pero con algún ingrediente diferente: la ilusión por meterse en la Champions, la ilusión por mantenerse, la ilusión por subir... Eslóganes, vídeos, anuncios, cualquier cosa vale para convencer al aficionado para que se convierta en abonado.
Una cosa está clara: abonarse sale a cuenta si se va regularmente al fútbol. Uno de los consensos de los últimos años es que las entradas son muy caras en España. Es habitual que los equipos sitúen los precios en torno a los 100 euros, especialmente cuando el visitante se llama Real Madrid o Barcelona. Entre las grandes ligas europeas, con datos del 2013, la Liga BBVA tiene las entradas más caras. De media, ver un partido cuesta entre 31 euros, la entrada más barata, y 154 la más cara. La Premier League, por ejemplo, se mueve en una horquilla de entre 36 y 73 euros. Y la Bundesliga, entre 13 y 60, precios mucho más económicos.
Sin embargo, si nos vamos a los abonos, la liga española no sale tan mal parada. Tanto en la Liga BBVA como en la Liga Adelante los precios que tienen que pagar los abonados están mucho más pegados a la realidad que los de las entradas sueltas. El precio medio más caro de un nuevo abonado adulto en Primera División es de 776 euros, sin contar asientos VIP y palcos privados. Normalmente, esos asientos están colocados en la zona central de la grada de tribuna. En cambio, los más baratos suelen ser los de los fondos, lugar en el que cada vez son más los equipos que han creado gradas de animación a precios más económicos. Si un aficionado quiere abonarse al sitio más barato, le saldrá de media unos 228 euros. Ambas cantidades están por debajo de lo que se paga en Inglaterra.
El abono más barato en Primera División lo tiene el Levante, con 130 euros, mientras que el más caro pertenece al Real Madrid, con 1.840 euros. Entre medias, un gran abanico, con los equipos más grandes (FC Barcelona, Atlético de Madrid, Valencia, Athletic Club y Sevilla) con los precios más altos. En el lado contrario está el recién ascendido Eibar, cuyo abono más caro no supera los 300 euros. Pero tiene una peculiaridad: como los otros dos equipos vascos, la cuota corresponde al año natural. Además, las obras en Ipurúa y la enorme demanda obligaron al club eibarrés a bloquear la gestión de nuevos socios. Los precios, informan desde la entidad, se actualizarán a final de año.
No todos los abonos incluyen el mismo número de partidos. Algunos equipos tienen días del club (el Rayo Vallecano los ha eliminado), en los que hacen pagar también a los abonados, y otros meten en el paquete los encuentros de Copa del Rey y competición europea u ofrecen otro abono, algo más caro, con esos partidos de Champions League o Europa League. Lo que sí ofertan todos los clubes son promociones para jubilados, niños y, por lo general, desempleados.
El Málaga, incluso, tiene una oferta para mujeres (como Osasuna), algo que lleva muchísimo tiempo implantado en la institución malaguista, dicen desde el departamento de comunicación del equipo. Por el momento, ningún aficionado masculino se ha quejado. "Incentiva a que los aficionados vengan acompañados", comentan. Un caso especial es el Atlético de Madrid, al que el título de Liga le ha venido muy bien: por primera vez en su historia ha llegado a los 70.000 socios no abonados y la demanda de nuevos abonos no para de crecer.
Precios más homogéneos en la Liga Adelante
En la Segunda División, sin los gigantes del fútbol español, la horquilla de precios entre los abonos más caros y más baratos es más estrecha. Sin contar al Real Zaragoza, que debido a la incertidumbre sobre su propiedad aún no ha lanzado la campaña para la próxima temporada, el abono medio más caro en la Liga Adelante asciende a 395 euros, mientras que el más económico cuesta 156.
Pese a que las diferencias no son muy grandes, se nota qué equipos se estrenan en la Segunda División. Osasuna y Betis, descendidos la pasada temporada, tienen los abonos más caros: entre 243 y 645 euros los navarros y entre 200 y 620 los andaluces. Por abajo, el Albacete, el Llagostera y el Leganés, todos ascendidos desde Segunda B, tienen algunos de los abonos más baratos.
Se lleva la palma el club del sur de Madrid. En la 2014-2015 se podrán ver los 21 partidos de la temporada por 75 euros, que es lo que cuesta el abono más barato en el Municipal de Butarque. "Esos precios están enmarcados dentro de una política de acercamiento al aficionado", explica Daniel Abanda, responsable de comunicación del club pepinero. El objetivo del Leganés es llegar a los 4.000 abonados, mil más que el año pasado. "Que la gente quiera venir y no haya barreras", añade Abanda. El abono más caro cuesta 175 euros.
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