Poseedor de un historial delictivo impropio de un club fuera de categorías nacionales, el grupo Ultras Tala ha vuelto a aparecer en medios de comunicación a nivel nacional. Ya lo hizo en años anteriores al protagonizar hechos violentos en lugares y situaciones lejos del alcance de las cámaras, como en el asalto a una caseta de Izquierda Unida durante unas ferias de Talavera, o ante la mirada de los sorprendidos espectadores del Talavera y de todos los medios de comunicación, como en una invasión de campo con batalla campal entre los Ultras Tala y la policía local en una visita al municipal El Prado del Rayo Vallecano.
Hace años, miembros de este grupo, de marcado carácter agresivo y politizado, dieron con sus huesos en la cárcel al imputárseles los delitos de «asociación ilícita y provocación al odio, discriminación o violencia». Ahora, años después de que viviera sus momentos «de esplendor», vuelve a estar en el ojo del huracán según un reportaje publicado por la revista Interviú. Según ésta, Ultras Tala, peña radical nacida en 1993, habría evolucionado en «una banda neonazi peligrosa que ha hecho saltar las alarmas de la Justicia» y que sería digna de la atención del Departamento de Justicia de Estados Unidos. La razón serían las conexiones de miembros de este grupo con grupos de clara tendencia xenófoba y racista del país norteamericano, tales como Volksfront, grupo de tendencia de extrema derecha bajo la atenta mirada del FBI.
Según este reportaje, «el Juzgado de instrucción número 3 de Talavera de la Reina (…) dice que se ha transformado en una organización violenta organizada y jerarquizada» que «ha llegado a establecer estrechos lazos con peligrosas organizaciones nazis y supremacistas internacionales». Incluso, la ciudad de la cerámica habría sido el lugar de celebración de convivencias de varios de estos grupos de tendencia radical. Según Interviú, «fue un informe de la Fiscalia, avalado por la Policía Judicial, el que puso el acento sobre web y redes sociales de Ultras Tala».
Las tecnologías de la información y las redes sociales permiten en la actualidad la relación entre todas las personas, ya sean o no radicales, y esa conexión es la que se persigue por parte de las autoridades. En Talavera esta noticia ha sorprendido a propios y extraños ya que la actividad en internet de este grupo como tal hace tiempo que dejó de actualizarse y en el municipal El Prado los aficionados más radicales no muestran violencia alguna más allá de la verbal, ya sea con el eterno rival, el CD Toledo, o cualquier otro equipo. Incluso desde algunas fuentes policiales de Talavera se da por extinguido a Ultras Tala, al menos como grupo violento, ya que sus integrantes históricos y de historial delictivo más completo no suelen hacer acto de presencia por el feudo talaverano. No se discute ni se duda, eso sí, de las afiliaciones políticas de algunos de sus exmiembros ni de sus contactos, si bien los alejan de toda relación con el equipo talaverano.
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