Las agujas del reloj no distaban mucho de las diez de la mañana cuando ya se empezaban a divisar los primeros aficionados del Real Betis en los aledaños del Carlos Belmonte, a más de ocho horas para que diera comienzo el partido. Las taquillas abrían sus puertas a las once y media para que centenares de hinchas béticos desplazados desde diversos lugares del país consiguieran su entrada.
La concentración de béticos fue brutal, y no quedó ahí. Después, la fiesta tuvo lugar en varios bares de la ciudad, siendo uno de ellos La Provenzal. Los camareros, con ese afable carácter manchego, contribuyeron activamente a que los béticos se sintieran como si estuvieran en la misma Calle Tajo y en los alrededores del Villamarín.
Entre la inmensa multitud que abarrotó el establecimiento albaceteño se encontraba un grupo de los Supporters Gol Sur, los aficionados más ultras del Betis, que estaban acompañados por sus ‘camaradas’ del Frente Atlético. Asimismo, numerosos hinchas del Albacete se dejaron ver por el bar, donde reinó el buen ambiente entre la aficionados visitantes y locales durante todo momento.
Pero igual que todo empieza, acaba. Los aficionados aprovecharon para moverse y consumir también en otros bares de Albacete, pues muchos estaban seguros de que nunca más tendrían que volver allí para ver jugar a su equipo. Sin embargo, SGS y FA continuaron en el bar su previa, hasta que la fiesta acabó con la Policía visitando y cerrando el mismo por todo el revuelo que se había producido durante todo el día y algún desmán que otro fuera de lugar. Hubo lío y destrozos, sí, pero pelea, en ningún caso, y los principales promotores fueron los aficionados del Frente Atlético.
Así las cosas, la cordialidad entre ambas aficiones fue total, y el gran error partió de las afirmaciones del consejero del Betis José Montoro, que acusó a Supporters y Frente Atlético de haberse enfrentado a los ultras del Albacete, siendo totalmente erróneas sus declaraciones, y dando toda la razón al grupo bético.
No hay comentarios:
Publicar un comentario