El futbolista fue tachado de “nazi” por los ultras del Rayo Vallecano, que frenaron su fichaje, por apoyar a los paramilitares ucranianos en la guerra contra los prorrusos en el Donbass
En el mercado de fichajes de 2017, Real Betis y Rayo Vallecano acordaron la cesión de Roman Zozulya al conjunto madrileño. Sin embargo, sus posiciones políticas no gustaron a los aficionados radicales del equipo vallecano y Zozulia tuvo que volver a Sevilla por la reacción contraria de estos, quienes le acusaban de ser un nazi. Las presuntas simpatías del jugador con grupos nacionalistas ucranianos provocaron la airada protesta de la afición del Rayo.
En 2019, los gritos de «Puto nazi» procedentes del fondo de los Bukaneros obligaron a la suspensión del Rayo Vallecano-Albacete, donde militaba entonces el jugador en lo que supuso la primera cancelación de un partido en España por cánticos ofensivos. ¿Pero que había detrás de estos ataques?
Durante su paso por el Betis salió a la luz el pasado del jugador en el que apoyaba a paramilitares ucranianos en la guerra contra los prorrusos en el Donbass, tras la declaración de independencia en 2014 de Donetsk y Luganks.
La guerra de Donbass tuvo lugar cuando Zozulya se encontraba entre las filas del equipo ucraniano Dnipro. Entonces, los radicales de este club crearon una especie de ‘Ejército Popular’, que tenía como objetivos captar voluntarios para la batalla. Estaba en gran parte integrado por neonazis ucranianos. Para captar adeptos, la imagen del jugador fue el principal reclamo y apareció en diferentes fotografías. Este grupo actuó al margen del ejercitó regular de Ucrania y se convirtió en una de las mayores amenazas para las fuerzas prorrusas.
Zozulya ha apoyado públicamente y en varias ocasiones al ejército ucraniano. En 2015, por ejemplo, subastó una camiseta para recaudar fondos en favor de la Brigada del Aire número 25.
Tras los incidentes con los ultras del Rayo, el jugador trató de explicar las polémicas imágenes que le han perseguido a lo largo de su carrera. «Me la hice para apoyar a nuestro ejército, a nuestros héroes. Estábamos muy cerca de la guerra» afirmó entonces.
Ahora tras la invasión rusa el delantero del Fuenlabrada no se ha mordido la lengua y ha estallado en un contundente mensaje publicado en sus redes sociales: “Putin es la reencarnación de Hitler”.
La arenga de Zozulya
“El historiador de Alexander Mamkin no es lo suficientemente sabio como para que, con sus fantásticos cuentos de hadas, nuestra nación deje de ser brillante y audaz. El hedor puede usarse para embalsamar el cadáver en el mausoleo, pero para nosotros ganaremos, comienza el escrito del delantero.
“De ninguna manera éramos pueblos hermanos -continúa-, porque los hermanos no están obligados a echarse una soga al cuello. Siempre hemos sido un hueso en la garaganta de los gobernantes y los “grandes y poderosos”. En diferentes períodos históricos, se buscó someter, dejar morir de hambre, perseguir, y matar por el derecho de hablar en nuestra lengua, expresar una opinión y buscar la independencia. Cuanto más apretaron, más fuertes salimos. Nunca sufrimos el síndrome de Estocolmo, sólo una falta de percepción de su violencia y control”....
“Nuestros jueces tienen miedo de levantar la cabeza y protestar ante el “rey enfermo menta”. El pueblo vive con miedo y opresión. No somos queridos por ellos. Somos una nación pacífica, no tengo planes de atacar a nadie. Tenemos nuestra gente y nuestras tierras, pero no se las daremos a ningún loco... Putin es la reencarnación de Hitler... qué hace falta para que el mundo se una y aplique sanciones económicas contra el maldito régimen... Nuestra victoria ya está cerca, como el fin encantador de la maldad del Kremlin. ¡Creo en Ucrania, creo que ganaré, creo en el ejército ucraniano!”, ha concluido el futbolista en el mensaje publicado en su perfil de Facebook.
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