El autobús que llevaba a los futbolistas del Sevilla al Estadio Ramón Sánchez Pizjuán llegó con las lunas del cristal rotas. La imagen ha sorprendido a los aficionados que se encontraban en los aledaños del campo esperando para recibir a su equipo.
Tal y como ha informado la Cadena SER, los destrozos se han producido a la salida del hotel por parte de los propios aficionados sevillistas fruto de la emoción y la exaltación en la previa del partido. Hasta 750 efectivos de seguridad están desplegados en Sevilla para velar por la seguridad del gran derbi. La afición del Betis todavía no había llegado al estadio cuando lo hizo el autocar del conjunto local.
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