La afición del Dinamo Zagreb, que se desplazó por encima del millar a la capital de Andalucía, ha provocado serios altercados antes y durante el partido que medía al conjunto croata con el sevillista. El más llamativo ha sido durante la primera parte del encuentro, cuando la Policía ha cargado duramente en las gradas contra los ultras del Dinamo, situados en una esquina del Gol Sur del Sánchez-Pizjuán. Se han visto volar butacas contra los agentes, quienes han neutralizado esa revuelta a base de utilizar la fuerza. Pudieron controlar la situación antes de que fuese a más. Se habían producido insultos y amenazas hacia seguidores del Sevilla situados cerca, aunque separados por vallas protectoras.
Durante toda la jornada e incluso la noche del miércoles, los aficionados más radicales del Dinamo Zagreb se han dejado sentir por las calles de Sevilla. Han estado paseando por el casco histórico de la ciudad, bebiendo y amedrentando a los sevillanos que pasaban cerca suya. La Policía los ha tratado de controlar, pero han destrozando mobiliario de restaurantes y cafeterías. A los más peligrosos, los servicios de seguridad los desplazaron hacia la grada del estadio por otro camino que al resto de seguidores.
De hecho, la Policía llamó al Sevilla por la mañana sugiriendo que cerrasen la venta de entradas para que no se desperdigasen demasiados aficionados croatas por zonas no habilitadas para ellos. Aun así, se les ha podido ver por las mismas. En el camino al estadio, la Policía también ha tenido que utilizar la fuerza cuando uno de sus agentes ha caído de un caballo. Un día agitado por Sevilla debido a la llegada de una afición croata muy numerosa y habituada a esta clase de espectáculos en otros escenarios europeos.
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