Cinco detenidos, un policía herido y varios jugadores emplazados a declarar ante la justicia fue el saldo que dejó el clásico del fútbol uruguayo entre Nacional y Peñarol que se jugó anoche y que culminó con una enorme trifulca dentro y fuera de la cancha.
Según informó hoy el inspector de la policía Robert Yroa, encargado de la seguridad del encuentro, los detenidos fueron acusados por diversos desórdenes en el exterior del estadio Centenario una vez que culminó el encuentro, como desórdenes, daños a vehículos y una pedrea a un ómnibus.
El policía, por su parte, resultó herido al recibir el impacto de una botella en el rostro, lo que le causó la ruptura del tabique nasal, mientras separaba a un grupo de seguidores de ambos clubes que se enfrentaban en el exterior del estadio.
"Más allá de eso, entre las hinchadas no hubo más inconvenientes. Lamentablemente lo que quedó fueron los hechos vistos en el campo y los problemas entre los jugadores", dijo el inspector en declaraciones recogidas por al emisora de radio del Ministerio del Interior.
Dichos incidentes comenzaron sobre la cancha en donde Nacional y Peñarol jugaban las semifinales de la Copa Bimbo, uno de los tradicionales torneos veraniegos de preparación para la temporada.
Los tricolores se impusieron por 1-0 en un encuentro en el que fueron más efectivos que sus rivales y que discurrió con normalidad hasta que Carlos Núñez, de Peñarol, le propinó a falta de unos diez minutos para el final una grosera patada a Guillermo de los Santos.
Varios jugadores reaccionaron y se armó una enorme pelea en el medio de la cancha, en la que según se vio por televisión, los jugadores de Peñarol llevaron la voz cantante en las agresiones a sus rivales, particularmente el veterano Fabián Estoyanoff.
Nueve jugadores que participaron en la pelea tendrán que presentarse ante el Juzgado Penal Número 9 para rendir cuentas por los incidentes, por los que podrían llegar a ser penados con una pena de entre 3 y 24 meses de prisión.
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